martes, 2 de noviembre de 2021

Un paso adelante, un salto hacia atrás

Suele ocurrir que nos enganchamos a series novedosas, rompedoras y con una temática muy atractiva en el momento en que comienzan a emitirse. Pasados, nose, veinte años, es volver a ver esas mismas series y puede que nos entre una vergüenza ajena o que no nos provoque ninguna sensación, más bien aburrimiento, puede que confronte con los principios que ahora defendemos y de los que antes no teníamos conciencia.
La serie televisiva Un paso adelante fue un pasón, de ahí salió Beatriz Luengo, Miguel Ángel Muñoz, Mónica Cruz... Era una Fama a la española con aspirantes a bailarines, cantantes, actores y músicos junto a sus profes, en una escuela de artes escénicas de Madrid. En cada capítulo se montaban unas coreografías de la ostia, se volvieron a poner de moda los calientapiernas, los componentes de la serie sacaron discos y se descubrió a artistas de fuera, como Yotuel Romero. 
Sin embargo, como ya he dicho, una vez has visionado algunos de los capítulos de Un paso adelante o cualquier serie de finales de los 90 o comienzos de 2000, te das cuenta de conductas en el guión que pasaban tan desapercibidas y que hoy en día apestan a machismo y a denigración de la mujer.
Estos días estoy viendo UPA en Netflix, en un solo capitulo he podido ver y echarme las manos a la cabeza por dos momentos, eso en un solo capitulo:
- Diana, una de las profesoras de la escuela que ha terminado una relación con otro profesor, ha sido elegida para protagonizar un musical, en unas circunstancias que indican que ha tenido algún tipo de favoritismo. En la web de la escuela se filtra un montaje en el que Diana y el director del musical van en un coche descapotable y el profesor ex de ella siguiéndolos llorando; ella, se insinúa, le está haciendo una felación en el coche al director. El profesorado se entera, lo ven entre todos, discuten sobre el lugar en el que queda el ex de "arrastrado" y, finalmente, el bedel elimina el vídeo de la web, en plan "¿Veis? Ya está, nompasa nada", todos conformes, no hay represalias, no se investiga que alumno ha filtrado eso. Se acabó el tema.
- Lola (Beatriz Luengo) está enamorada de Pedro. Ella lo espera en su habitación hasta que el regrese de un ensayo para hablarle y revelarle sus sentimientos, pero esperando, se queda allí dormida. Más tarde, Rober, el compañero de habitación de Pedro, pasota y chulito además, entra al cuarto y se va a dormir sin percatarse de la presencia de Lola. Al día siguiente, Pedro los ev a los dos y da por hecho que Lola y Rober han pasado la noche juntos y que son algo más que amigos, se ríe de la situación; Lola está súper apurada y Rober no desmiente, es más, confirma que ha sido así, dejando que corra el rumor de que Lola ha dejado de ser virgen con él. Ella le suplica que lo desmienta y él se ríe y le hace saber que no. Esto no genera una situación difícil para ella, queda como una broma, una anécdota, cuando claramente hoy en día esto de podría considerar un daño a la.integridad de otra persona. 
El hecho de ver cómo antes en televisión se relativizan tantos actos machistas y vejatorios, hoy denunciables, hacen sentir cierta vergüenza del pasado reciente y esperanza hacia un futuro incierto, mientras tratamos de hacer en el presente lo mejor posible para que las niñas y mujeres se valoren a si mismas y sean valoradas por el resto del mundo en igualdad de condiciones. 
Puede que de las series de los 90 se pueda aprender mucho de como no actuar, de lo que hay que denunciar y no normalizar. Espero que este efecto se tenga en cuenta a la hora de reponer estás viejas glorias televisivas en las plataformas, que no generen mensajes erróneos al público inexperto, que sirvan como un libro de historia para comparar la evolución de las conductas humanas.

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