martes, 3 de noviembre de 2020

¿Malas feministas?

No sé si para muchas ha pasado desapercibida la tweet-guerrilla que han protagonizado Irene Montero y Teresa Rodríguez, con toda la movida del Covid, que ya es bastante, hay noticias que ocupan menos espacio televisivo de lo que habrían hecho en aquella vieja normalidad. Yo es que tampoco veo mucho la tele, con el canal de dibujos ya tengo suficiente, pero por suerte me asomo de vez en cuando a las noticias digitales del móvil, de ahí el enterarme de este pifostio.

Al lío. ¿Que qué ha pasado? Pues que recientemente Teresa Rodríguez,


la de Anticapitalistas, ha sido expulsada junto a seis de sus diputados del grupo parlamentario de Adelante Andalucía, acusados de transfuguismo: según ella, hasta ahora líder de la coalición de Adelante Andalucía, en el mes de febrero ella y otros parlamentarios decidieron desvincularse de la formación porque no estaban de acuerdo con los acuerdos de Podemos IU y PSOE, que el proceso fue amistoso... Según la otra parte, "Roma no paga traidores". Si a todo esto se le añade el detalle que la expulsión se ha producido durante el permiso de maternidad de Rodríguez, la polémica se vuelve más espesilla.

El pasado viernes se desencadenó una guerra entre Rodríguez y Montero a través de Twitter, comenzó por el muy desafortunado comentario de la marquesa de Galapagar en la radio "la política no para" aunque una esté de permiso de maternidad. La andaluza, en sus cruces de tweets, puso en entredicho a Montero como Ministra de Igualdad, se comparó con el ejemplo de una trabajadora precaria de fábrica y su patrón y le recordó a la ministra que ella sí tiene un trabajo al que regresar y que la política no le cambió de barrio.  La marquesa de Galapagar contestó a todo, diciendo que le parecía bochornoso que se comparara con una trabajadora precaria, la invitó a combatir el machismo juntas y le recordó que ella y sus compis seguían siendo diputados y cobraban un salario por ello... Esto es un poco lioso, los periódicos, desde luego, explican mucho mejor este entresijo de acusaciones.

Mi intención no es transcribir esos diálogos, si se quieren leer con exactitud, están en los periódicos y en las cuentas de Twitter de las dos guerrilleras. En sus discursos utilizaban las palabras "sororidad". "patriarcado", "machismo"... Convirtiendo una vez más una cuestión política, una falta de claridad y comunicación entre partidos y coaliciones, en un tema exclusivamente de FEMINISMO.

No me gusta mucho hablar de política por aquí pero, una vez más, se está utilizando la idea de feminismo para defender intereses políticos, cuando creo y estoy convencida de que el feminismo no debe estar sujeto a ningún color. Esto ocurre, básicamente, porque existe una serie de partidos políticos que carecen de bases concretas, de ideas democráticas con un fin, y se aferran a corrientes ideológicas según su conveniencia y las toman como propias. El problema es que, cuando abusas tanto de una idea y de sus preceptos y la aplicas a tu quehacer solo en la teoría, luego en la práctica te encuentras con situaciones que no puedes controlar: Lo de la Montero con Rodríguez me ha recordado a lo de Leticia Dolera con Aina Clotet, un poquito, en otro marco.

El feminismo no nació con Podemos ni con ningún otro partido político, el feminismo es un movimiento que le ha costado años y años de esfuerzo a incontables mujeres en la historia, para llegar a donde ha llegado, como para que ahora lo estropeen una panda de catetos que se creen que con un título universitario en Ciencias Políticas, con cuatro frases hechas y su demagogia pueden gobernar un país, una comunidad, un municipio, me da exactamente igual.

Muchas asociaciones de carácter feminista se encuentran muy molestas precisamente por esta guerra personal entre políticas y, de forma más extrapolada, entre partidos políticos, por cómo está dirigiendo Irene Montero su Ministerio de Igualdad y la falta de respuesta de este ministerio a las demandas reales de estas asociaciones.

¿Opiniones? Ya digo que esta noticia se explica en diferentes periódicos de distintas ideologías, de todos ellos, se deduce que el modo en que Podemos ha hecho las cosas no es el correcto y, concretamente el comentario de Irene Montero, es muy desafortunado y ofrece una percepción de poca seguridad a la mujer trabajadora y su conciliación familiar. 

Pero ante todo, debe quedar claro que el FEMINISMO no es de l@s polític@s. Es de tod@s.