Pensaba que a estas alturas de la vida ya no volvería a rodarse una peli de
Sexo en Nueva York, pero
Sexo en Nueva York puede durar todo lo que quieran durar Carrie Bradshaw, Miranda Hobbes o Charlotte York (Samantha no ha querido en esta ocasión). Las
it girls de la gran manzana de comienzos del 2000 o finales de los 90 tuvieron sus años más golfos y juveniles, descubriendo
pubs, probando restaurantes y cafeterías, "asaltando"
boutiques de ropa, despilfarrando en Manolo Blanick, encontrando el verdadero amor tras noches y noches de sexo, experiencias, desengaños y sufrimientos, cada una en su estilo y su manera de hacer las cosas. Después de la serie, las películas ya mostraban a unas chicas más maduras, el cómo afrontaban el matrimonio, la familia, los negocios, viajes exóticos, reencuentros con el pasado...
Pero la vida no termina a los cuarenta, ni siquiera a los cincuenta. Tampoco se vuelve menos interesante, en todo caso, diferente, con otros problemas, nuevas inquietudes y siendo así, ¿Por qué no mostrarlo? Yo ya sé qué me depara la vida en los próximos años, me hago una idea de lo que puedo esperar de los cuarenta, estoy harta de verlo hiperbolizado en las series de TV, pero creo que, desde Las chicas de oro, nadie se ha interesado por hablar de la cotidianeidad de las mujeres maduras, mucho menos enfocándolo en Manhattan. Una cincuentona y Nueva York no suena muy glamuroso. ¿Por qué?
Estamos con lo de siempre, la p**a edad, y siempre atacándolas a ellas, las actrices. Esta vez le ha tocado a Sarah Jessica Parker, la estrella de SeNY: resulta que la gente que se dedica a comentar el rodaje, los trolls, los amargaos de las redes y del celuloide, dicen que es vieja, que tiene arrugas, que tiene canas, vamos que tiene lo que debería tener una mujer de la edad de SJP y del personaje al que lleva encarnando tantos años. A todo esto la actriz pregunta "¿Qué tengo que hacer? ¿Dejar de envejecer? ¿Desaparecer?", Y ahí es cuando sale a relucir la presión que tienen que soportar grandes actrices cuando cumplen cierta edad, porque se trata solo de ellas, Chris Noth, quien encarna. Mr Big, está tan viejo cómo Carrie y nadie dice nada... Parece que quien marca las reglas, el patriarcado, la industria cosmética y estética o sabe Dios quien más, ha decidido que no les gusta a las mujeres maduras en las cámaras, cuando lo normal es eso, hacerse mayor. Sin embargo, la realidad es que hay actrices que a los cuarenta ya casi deben pensar en retirarse y las que se mantiene sufren el escrutinio público y sensacionalista, nada comparado a los elogios de sus compañeros hombres: Brad Pitt, George Clooney, Warren Beaty, Paul Newman, Robert Reford... Estos han recibido más elogios en la segunda mitad de sus carreras que antes; no me digáis que así no se trabaja con menos presión.
Envejecer es tan natural en ellas como en ellos. Basta ya de presiones. Linda Evangelista lleva años sin salir en los medios tras desfigurar se la cara debido a un tratamiento facial, Demi Moore y René Zellweger han perdido completamente su expresión facial para conseguir papeles que no han llegado, las hay quienes directamente se han retirado para no luchar contra ese gigante anti-maduritas que ha creado la sociedad.
¿Alguien ha visto La muerte os sienta tan bien, de Goldie Hawn y Meryl Streep? La gran crítica a las barreras que se le intenta poner al envejecimiento en lugar de hacerlo dignamente.
Espero que Sarah Jessica Parker brille en la próxima cinta de Sexo and the city, como siempre o ha hecho y lo sigue haciendo con su estilazo y su forma tan particular de calzar los manolos y cualquier modelazo de Dior. Nada tan bello como envejecer con estilo.