La ropa interior también habla

Cuando vamos a la típica tienda de lencería a escoger un conjunto concreto para una ocasión especial, o simplemente porque nos ha entrado por el ojo, en realidad no pensamos en qué es lo que puede trasmitir éste sujetador o qué dice de nosotras aquellas braguitas. Pues bien, tras informarme por la red en diferentes páginas he encontrado las respuestas, o al menos, un pequeño diccionario de la ropa interior, que puede que tenga alguna veracidad o puede que no, pero para las curiosas, ahí va. Si nos centramos en el color de nuestra lencería, según la que escojamos, éste marcará cuál es nuestra personalidad. Por ejemplo,

Blanco: Denota ingenuidad y sencillez y, aunque transmita una sensación de poca personalidad sexual, éste puede ser un truco perfecto para pasar como inexperta y angelical para dejarse dominar. Negro: Un color sumamente erótico, es esencial tener un conjunto de éste color en nuestro armario, nos puede sacar de muchos apuros. Beige: Denota aburrimiento y falta excitación. A pesar de que es muy práctico para según qué prendas, no es un color que suelan usar las chicas divertidas y comprometidas con el sexo. Avejenta y no funciona como un estimulo visual. Verde: Un color digno de la naturalidad y libertad. Sólo las mujeres osadas e independientes se animar a llevar un conjunto de este tipo. Amarillo: Es un color inusual, pero desprende un estado anímico muy up. Con un conjunto de éstos, es imposible no irradiar buen humor y alegría. Gris: Habla de una personalidad baja, tranquila y poco osada. Sin embargo, éste tipo de persona suelen entregarse por completo con sus parejas. Rosa: Sin duda, éste color denota un alma traviesa e infantil. Perfecto para estimular y fomentar un acto sexual distendido y juguetón. Azul: Éste es el color característico de la realeza y también tiene connotación con la naturaleza y la serenidad. Ideal para mujeres seguras y naturales que suelen tomar el primer paso. Rojo: Color erótico por excelencia. Las mujeres que elijen éste tipo de lencería suelen tener una vida sexual fogosa y ardiente, Luego, dejando los colores por un momento, están los diferentes estilos según los tejidos y las formas, y estos serían unos de los ejemplos más usuales: Sencilla: La ropa interior de algodón tiene mala prensa a la hora de seducir, pero es perfecta para una mujer deportiva y práctica. En la comodidad y la simpleza siempre reside la belleza. Y la ropa interior de algodón dibuja a una mujer tierna, cálida, que también sabe ser práctica y actual. Sensual: La seda, el satén y los encajes son ideales para este tipo de mujeres sofisticadas y sensuales, que les fascina crear un aura de misterio. Si además añadimos batas de satén o seda, tenemos ante nosotras un modelo perfecto para una velada con él sin tener que salir de la habitación. Lo que dure puesto, ya es cuestión de cada una. Romántica: Los estampados discretos, las puntillas, el encaje de algodón, los volados, los tonos pasteles, las motas y las cintas son el común denominador en la ropa interior para mujeres románticas. Sexy y divertida: Estas mujeres prefieren los colores estridentes de ropa interior como el fucsia, el turquesa, el amarillo intenso y saben jugar con la premisa "insinúo pero no muestro". Así, las ligas y portaligas, los enterizos de encaje, los baby-doll son sus mejores aliados, por no hablar de la lencería-disfraz (enfermera, camarera francesa…).

Nunca ir de compras será tan divertido, cuando comencemos a hacerlo pensando mientras escogemos nuestra ropa interior, es el juego de la combinación de los colores y estilos que creemos que van mejor con nosotras, según nuestra personalidad o el estado de ánimo de ese día.