domingo, 20 de octubre de 2013
Cáncer de mama: prevenir es luchar
Puede que escriba con retraso sobre el tema del cáncer de mama (el día mundial de su celebración me encontraba a cientos de kilómetros de mi ordenador), pero tampoco creo que tengamos que recordar ésta enfermedad, que afecta a 1 de cada 6 mujeres, cada 19 de Octubre, sino tenerlo presente los 365 días del año. El Día Mundial contra el Cáncer de Mama, se celebran actos y fiestas, se hacen carreras solidarias, se realizan conciertos o aparece de repente el lazo rosa por todas partes. Eso es muy bonito y sirve para recordar al resto de los mortales que esta enfermedad y sus consecuencias siguen existiendo. Pero durante el resto de días del año no debemos perder la conciencia, sino combatir el cáncer de mama de formas menos glamurosas: realizarse mamografías periódicas y autoexplorarse los pechos y las axilas en busca de algún bulto sospechoso o inusual, es decir, PREVINIENDO. Aunque los bultos que aparecen cerca de los senos no tienen porqué ser cancerosos, ni mucho menos, siempre hay que acudir al médico por si acaso. Es mejor prevenir que curar y detectar un cáncer a tiempo puede ser vital para su curación. Pero tengamos en cuenta que cuando nos exploraremos los senos, debemos hacerlo el día en el que se ha dejado de menstruar, ya que, antes, los pechos suelen estar hinchados y es difícil encontrar posibles bultos. Una vez que la regla ha desaparecido, es mucho más fácil reconocer un bulto o algún otro elemento inusual.
Aunque el cáncer de mama suele ser más frecuente en las mujeres de más de 45 años, este también puede aparecer a edades muy tempranas. A partir de los 20 años, es recomendable que empecemos a explorarnos el pecho de vez en cuando, pero sin obsesionarse, porque muchas veces y como ya he dicho, durante la exploración, aparecen bultos que no son perjudiciales. Si se encuentra algo inusual, por supuesto que hay que acudir al médico, en el caso de que sea producto de un cáncer de mama, este tiene un nivel muy alto de curación en aquellos casos en los que se coge a tiempo.
Además de los bultos que puedan aparecer en los senos, en sus alrededores o en la zona de las axilas, existen otros síntomas que pueden indicar que existe un cáncer de mama. Uno de ellos es un cambio en alguna zona del pecho, que provoca, generalmente, que la piel se arrugue, se enrojezca o, incluso, se inflame. Otro indicio de que puede existir un cáncer de mama es la secreción, a través de los pezones, de sustancias con un aspecto acuoso, lechoso o, en algunas ocasiones, con sangre.
Aunque nos realicemos exámenes del pecho a menudo, para quien tiene más de 40 años es muy importante que se haga una mamografía cada año para detectar posibles afecciones que durante las exploraciones no haya notado, de ahí la importancia de las mamografías.
Para explorarse una misma en busca de algún bulto, hay que tumbarse y colocar el brazo de la parte que vas a analizar detrás de la cabeza. Pasear los dedos por el pezón, por sus alrededores y por las axilas. Cuando se acaba la operación, hay que colocar el brazo izquierdo tras la cabeza y repetir el procedimiento examinando la parte contraria.
Porque prevenir es luchar, la lucha de los 365 días mundiales contra el cáncer de mama.
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