Ayer se comentaba que el concurso Miss América, uno de los certámenes de belleza más importantes del mundo ( y sin menospreciar a Miss Venezuela), se quedaba sin su desfile más ¿emblemático? o el que dio origen al concurso, ya que en un principio, hablamos del año 1921, el certamen se resumía como un escaparate de mujeres en traje de baño y por lo visto, ya no habrá más de estos.
Así lo comunicó Gretchen Carlson, la presidenta de la junta de Miss América en un programa de TV de Estados Unidos, defendiendo que, a partir de 2019, ya no se juzgará a la mujer norteamericana por su apariencia física sino por sus muchas otras cualidades y que esto ya no es solo un concurso sino una competencia. Carlson también ha reconocido que el famoso movimiento #MeToo también ha influido bastante en esta decisión de vetar el Bikini del concurso, pero que, por otro lado, era necesario realizar estos cambios.
Ya se han pronunciado algunas ex misses sobre este tema y, paradójicamente, he podido escuchar la opinión de una veteranísima que fue proclamada Miss en el año 49, que dice estar muy de acuerdo con esta decisión, que hay que tener en cuenta muchas otras cualidades y talentos en una mujer más allá de la belleza física, imagino que se refiere a la inteligencia, los valores, las habilidades y muchos otros atributos que verdaderamente componen a una persona; otra ex miss que lo fue más recientemente y que es claramente bastante más joven, sin embargo y para sorpresa mía (para que veáis que el progreso y la adaptación no entiende de edades), opinaba que retirar el desfile en ropa de baño como parte de este concurso es ir en contra de la esencia de Miss América, ya que es la "prueba" más tradicional y el origen de este certamen tan importante y querido para E.E.U.U., además del trampolín y aspiración a los sueños de miles de chicas jóvenes, y que, en cierto modo (y esto me gusta más), uno de los signos de libertad para una mujer es, precisamente, el poder sentirse libres de andar en bikini como una elección propia.
Visto así, desde mi punto de vista, puede que ambas versiones tengan cierto grado de razón, no todo es blanco o negro. Me explico: es verdad, no hay que vetar que una mujer salga en un concurso que se transmite en TV en bikini, lo hacen las modelos de ropa interior de Victoria`s Secret en un multitudinario evento seguido por miles y miles de personas, yo incluida porque me encanta esa marca de lencería aunque no me la pueda permitir; si se hace como una elección libre, que cada una vaya como quiera, partiendo de la base de que cada una es dueña de su propio cuerpo. Pero, por otro lado, creo que hemos evolucionado bastante como para seguir puntuando el grado de belleza de una mujer en función de sus medidas físicas o su soltura a la hora de caminar por una pasarela en bikini, si es que hasta la parte de rueda de preguntas de cultura de los concursos de belleza es patética muchas veces. Los concursos de belleza en general creo que están de más en una sociedad en pro de la igualdad de género.
Si dicen que quieren cambiar las reglas del juego en Miss América porque defienden una diversidad de formas de valorar la belleza, igual deberíamos empezar por no continuar con estos concursos de rivalidad entre mujeres, ya que cada una tiene algo que las hace únicas y bellas. ¿En qué hay que basarse para decidir cual de esas bellezas es la que vale? No se nos puede ni se nos debería medir y puntuar a todas las mujeres con los mismos promedios porque no sería ni justo ni equitativo. Además, QUE NOOO, que no somos un producto, para empezar. La carrera hacia el podium de la belleza física es el mayor mal y el enemigo más grande entre las mujeres.
Es complicado, pero como todo, en este tema hay debate y diversidad de opinión. Imagino que la mía está muy clara.
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