Vivimos en la era de las redes sociales; todo lo que hacemos o lo que nos gusta tenemos la posibilidad de hacerlo público y de que en un "click" otros tengan la posibilidad de saber más sobre nosotros y, si quieren, interactuar en base a eso. El postureo ha sido el siguiente paso y a todos nos gusta el postureo, hasta la palabra suena adictiva, aunque todavía hay gente que no sabría definir exactamente lo que es. Según una R.A.E. alternativa que he encontrado, ya que todavía no tiene registro en los diccionarios, "postureo" es "un neologismo acuñado recientemente y usado especialmente en el contexto de la redes sociales y las nuevas tecnologías, para expresar formas de comportamiento y de pose, más por imagen o por las apariencias que por una verdadera motivación".
Amistad es hacerse fotos juntas con "morritos" y no publicar ninguna hasta que todas salgan bien |
Hacer postureo no tiene nada de malo, a todas nos gusta publicar un riquísimo desayuno frente a una piscina de hotel, nuestro cuerpo de espaldas mirando el horizonte del mar, el nuevo esmalte de uñas semipermanente que nos ha hecho nuestra esteticien, nosotras junto a un monumento emblemático durante algún viaje, el selfie con las amigas (copa en mano y el morrochoto en forma de querer dar un beso enorme), cenando con el churri, en una hamaca, apoyada en un deportivo que claramente no es tuyo, tú y tu bebé, tú y tu gatito o cualquier mascota... Hay tantas formas de "practicar" el postureo aplicando los diferentes filtros. Ahora en verano, por ejemplo, parece que si no tienes un enorme flamenco hinchable rosa en tu piscina no eres nadie. Nota: posiblemente haya muchísima gente con su flamenco rosa en la piscina, que lo disfruta a diario y que sin embargo no lo publica, y luego están los fanáticos de Instagram que han comprado el dichoso flotador para hacerse la fotito de turno y después lo dejan ahí olvidado, porque son más de baño rápido y tomar el sol en la hamaca.
Lo que quiero decir es que, en los tiempos en los que estamos y las tecnologías con las que nos movemos, es normal que hagamos lo posible por enseñar el lado más divertido y amable de nuestras vidas; antes eran nuestras agendas de instituto las que hablaban por nosotras, las adornábamos con fotos y poemas para que reflejaran nuestra vida y nuestro estado de ánimo y era donde apuntábamos los contactos de nuestros amigos, quienes a su vez nos escribían en alguna página a modo de "likes", ahora es Instagram el que asume esa función. Pero el postureo, tal y como lo define la falsa R.A.E., ya de por sí es falso y artificial porque todo está predeterminado y super preparado, con la intención de agradar y llamar la atención (y el que diga que no lo hace por eso es que es más falso que el propio postureo). Lo malo es que ya se empieza a cruzar una línea que roza lo enfermizo...
Fijaos en el cristal |
Después la influencer Amelia Lina, que ha sido descubierta por sus seguidores, dándose cuenta de pequeños detalles en las imágenes, de que las fotografías en las que se retrataba ella en diferentes lugares del mundo eran falsas, un montaje para aparentar que era una chica chick, una mujer de mundo que probablemente no había salido de su Comunidad Autónoma.
Aspirante a influencer ante un FALSO fondo de Londres |
¿Eso no roza la enfermedad? ¿Que pretendes ganar con que los demás vean lo trabajadora que eres o los viajes que haces? ¿Es que los likes son el nuevo antidepresivo? Podría ser, porque hay gente que hace cosas que no son normal. ¿Dónde está el límite que define cuándo el postureo deja de ser saludable? Porque el querer demostrar a todo el mundo lo feliz que eres con tu pareja, "montar" escenarios de tu vida durante dos horas para que solo los disfrutes durante un "click" de cámara o directamente no los disfrutes, mentirse a una misma hasta llegar a creerse que tiene una vida perfecta... Tal vez sea para tratarse (clínicamente).
El postureo es divertido e incluso hay ocasiones en los que se encuentra la originalidad y la locura (en el buen sentido) en ellos, ¿quién no se ha desesperado y descojonado con su amiga, haciéndose selfies resultones sin parar, hasta dar con la foto en la que las dos salen perfectas y, por lo tanto, quedando aprobada para subirla al Instagram? Lo malo es que al abusar de él mucha gente la caga, llegando a ser algo cansino e irritante.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar