Iba a publicar otra cosa que tenía ya preparada,
pero esta noticia no la podía dejar pasar por alto, no solo por su impacto sino
por su calidad humana.
Todas conocemos a la modelo, cantante, DJ… en fin,
artista polifacética, Bimba Bosé. No es de extrañara viniendo de la familia de
la que viene, en la que se ha practicado todo tipo de estilos artísticos. La
musa del excéntrico diseñador David Delfín siempre ha sido conocida por su
peculiaridad, no solo a la hora de elegir sus estilismos sino por muchas facetas
suyas en general. Puede que no sea una modelo perfecta y que nunca aspire a
desfilar para Victoria`s Secret, pero es una auténtica transgresora de la moda,
capaz de convertir la belleza andrógina en un arte y todo un sello de identidad
y para eso no vale cualquier “angelito”.
Pero Bimba esta vez no está en boca de todos por
nada referente a la moda o la publicidad, bueno en cierto modo sí. A ella le
gusta colaborar y formar parte de proyectos novedosos, por eso no es raro que
haya amadrinado a la nueva revista de moda Vein
Magazine, protagonizando la portada de su primera publicación. La noticia
ha corrido como la pólvora y se ha convertido en un viral de las redes sociales
y de internet en general, porque la polifacética modelo española ha posado
mostrando las secuelas de su mastectomía.
Pongo en antecedentes a quien no lo sepa: como le
ocurre cada día a tantas otras mujeres anónimas, Bimba Bosé fue intervenida por
un cáncer de mama el pasado mes de Abril, por suerte todo salió bastante bien,
a pesar de los riesgos que podrían haber y por ahora continúa con un
tratamiento de quimioterapia como procedimiento complementario. Aún así, apenas
ha cancelado eventos de su vida profesional y social, continuando con su
apretada agenda y cinco meses después de la intervención médica, deja sus
complejos a un lado y no teme mostrar al mundo su único pecho y la cicatriz que
le sirve como recordatorio de la terrible experiencia que supone pasar por una
enfermedad como ésta.
Y, ¿qué decir ante esto? Pues que puede que le falte un pecho,
pero con ésta portada ha demostrado que tiene un par de ovarios y con eso creo que tiene más que de sobra y
que a su lado las FEMEN son unas aficionadas en esto de enseñar los atributos.
Ante todo, con eso no menosprecio para nada la valentía que demuestran todas
esas mujeres que cada día luchan por combatir el cáncer de mama, pero cada uno
lucha con las armas que tiene y con las que mejor se le dan y Bimba ha
utilizado su imagen, mutilada pero igual de bella, extravagante y original que
siempre, para recordar a la gente que el problema del cáncer de mama está ahí
todos los días, no solamente el Día Mundial de esta enfermedad, que es cuando
parece que se acuerda todo el mundo.
Tal vez esta sea la mejor publicidad que pueda recibir esta nueva
revista y que la imagen de portada de Bimba Bosé ayude mucho en sus ventas,
pero más allá del márketing, quedémonos con el mensaje gráfico que nos manda la
modelo, su manera de alentar y transmitir valor y esperanza a aquellas que se encuentran en plena batalla contra el cáncer.
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