jueves, 21 de febrero de 2019

El estereotipo de la Loca de los Gatos

Hubiese  querido escribir este post ayer, pero una escribe cuando puede. Digo ayer porque el 19 de febrero fue el Día Internacional del Gato y a la Loca de los Gatos le viene ese día que ni pintado, ¿no?
Resultado de imagen de la loca de los gatosLo cierto es que la Loca de los Gatos, al igual que los propios gatos, han pasado de ser los segundones a ganarse el cariño y el respeto de mucha gente. Ellos, los gatos, se han posicionado al mismo nivel que los perros en eso de ser animales de compañía, ella, la Loca, era un personaje de Los Simpson que de vez en cuando hacía su aparición y ya existe muchísimo merchandising en relación a ella (la figurita, la taza, la camiseta...). Los gatos se juntaron con la Loca, la escogieron, porque al igual que ellos es un ser impredecible, solitario y, lo digo porque tengo una gata, emocionalmente inestable. La Loca de los Gatos ha ido ganando posiciones y hace tiempo que dejó de ser un personaje secundario de ficción, afín a esos animalitos independientes, para ser utilizada como un estereotipo de mujer concreto, una etiqueta a la que colocar a según qué mujeres.
La Loca de los Gatos se mueve por el terreno del dominio machista como pez en el agua, aunque no por elección propia, seguramente ella, desearía que la dejaran tranquila y estaría dispuesta a balbucear y a tirarle algún que otro felino a la persona que la mente para insultar a otra mujer. 
Hace mucho tiempo que la palabra soltera evolucionó (o más bien, involucionó) a solterona: "Si sigues así te vas a quedar solterona", "Ya pareces una solterona amargada", "Mírala, no es más que una solterona"... Todo esto, dando por hecho que muchas mujeres deciden ser "solteronas" por elección propia, porque a unas les llena encontrar una pareja para toda la vida y tener hijos y a otras les completa su trabajo y la tranquilidad de su casa junto a un buen libro y una copa de vino, por ejemplo. Cuando una mujer decide además que, no quiere vivir sola en su casa, quiere compartir un espacio pero con alguien que no le genere dolores de cabeza, un gato, y empieza a vivir con este extraordinario compañero de vida, a algún imbécil se le enciende la bombilla y dice "Mírala, la Loca de los Gatos", y ya no es solo una solterona que vive sola en su casa sino que vive con gatos (encima lo dicen en plural, y a lo mejor solo tiene uno), entonces además es una demente, porque no se relaciona con personas, solo con gatos, o eso cree quien afirma eso, cuando puede ser que esa mujer sea lo suficientemente inteligente como para ser selectiva con las personas con las que quiere relacionarse. 
La Loca de los Gatos, por tanto, está relacionada con la soltería y con la demencia, esto último ya entra en el paquete, da lo mismo que tenga una salud mental inmejorable, es soltera, por lo tanto ya se da por hecho que no lo es por elección propia y se ha vuelto loca de vivir sola esperando a que un hombre le haga caso.
Hay solteras que ya se lo toman a coña y se autodenominan la Loca de los Gatos, si es que eso significa ser una mujer que no necesita ser dependiente de alguien y que le gusta tener a un gatito (o dos, o tres) como animal de compañía. También conozco a mujeres felizmente emparejadas, alguna de ellas con tres gatos y dos perros, pero a nadie se le ocurre llamarle Loca de los Gatos: es que vive la mar de feliz en su relación heterosexual de larga duración, por lo que ya no cumple con los estereotipos que le hacen ser a una la Loca de los Gatos, el más importante de todos, ser soltera.
Por lo tanto, nos encontramos ante un concepto cómico pero que se intenta utilizar como algo despectivo hacia la mujer económicamente independiente, dueña de su vida y de su apartamento, que no necesita una relación sentimental para saberse importante, contenta con su aspecto y su cuerpo, sea el que sea, y, por lo tanto, temida por los hombres que se creen poderosos pero que demuestran una gran inseguridad al ver a ese tipo de mujer, a la que intentan seguir dominando. Ni más ni menos. Creen que la imagen de una abuela desgreñada, lunática, que no sabe hablar y que lanza gatos puede herir el ego de una mujer... segura de sí misma. 
¡Suerte para ellos! Por decir algo.

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