Tristemente, en estos días me he dado un hostiazo de realidad y he descubierto que LEER NO ESTÁ DE MODA, o puede ser que ya lo supiera pero no quisiera verlo, cuando algo te apasiona y te aporta tantas cosas buenas no quieres pensar que es una minucia para muchísima gente.
Está claro que existiendo los canales de YouTube, las plataformas de series de TV y los realities en directo a lo Kardashian, eso de coger un libro debe de dar una pereza descomunal: leer y tener que imaginar uno lo que lee, es agotador cuando te lo pueden dar todo hecho. En las últimas noticias que voy siguiendo he podido leer (sí, leer) que últimamente a librerías castizas de Madrid y Barcelona les está tocando ya bajar sus persianas de forma definitiva porque no venden. Siendo un poco más banal, incluso las revistas de cuore están tocando sus horas más bajas: el sábado fui al kiosco a comprarme una de cotilleo (con esto de ser madre hacía tiempo que no marujeaba sobre la vida de JLo, Paula Echevarria, Rihana y toda esa gente), lo reconozco, gusta alimentar de vez en cuando mi lado chafardero, aunque sea a base de letras. El caso es que fui al kiosco y le pedí al kiosquero la Cuore, pero lo pensé mejor y, para comparar portadas le dije que me sacara también la InTouch, "¿InTouch? Pero si esa ya no existe" me dijo mi colega el Kiosquero, y a partir de ahí comenzó con un monólogo sobre la desaparición de periódicos y revistas porque la gente no es que ya no quiera comprar publicaciones en papel, lo que ocurre es que la gente YA NO LEE. Lo cierto es que el hombre no iba muy desencaminado...
Por suerte, Twitter e Instagram son unas grandes plataformas para que el tema literatura y la prensa sigan en boga. Incluso da la oportunidad de que los escritores nóveles nos anunciemos por la red, luego ya te hace caso quien quiere, claro. Pero si no eres Beta Coqueta, la último premio Azorín o una Marian Keyes también lo tienes difícil. Tan difícil que ni siquiera regalando literatura la gente se apunta: hemos llegado a un punto en que una cuenta de tendencias puede hacer un sorteo de dos botellas de vino y todo el mundo se apunta como locos para participar, pero si se hace la misma publicidad con dos novelas de un autor o autora desconocidos, no se apunta ni el tato, ¿por qué? Porque leer, amig@s mi@s, YA NO ESTÁ DE MODA. ¿Acaso lo ha estado alguna vez? quiero pensar que sí. Quiero creer que hubo un tiempo en que la gente valoraba más el arte de la página escrita que el arte de promover challenges en la red.
Llamadme sentimental, gritadme "anticuada", pero soy de esas personas que aún cree que leer libros es el pasatiempo más hermoso que ha creado la humanidad.
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