jueves, 17 de mayo de 2018

Segovia, ciudad feminista


Hoy he desayunado con una noticia estupenda: “Segovia, la primera ciudad española contra la publicidad sexista”. Sí, al parecer, existe un proyecto del Parlamento europeo, Ciudades contra la publicidad sexista, una iniciativa a la que ya se habían unido París, Londres y Berlín, con el fin de luchar contra eso, propagandas o carteles publicitarios que caen en tópicos que invitan a menospreciar a la mujer, a encasillarla, incluir mensajes con denotaciones machistas o en cualquier otra forma de sexismo. España ya se suma a este movimiento y la nueva corriente feminista que, desde ya hace algún tiempo, principalmente desde el terreno cinematográfico,  ha estado creciendo y avanzando, va en esta ocasión a poner el foco en la publicidad.
La fachada del Ayuntamiento de Segovia con un enorme lazo morado durante el 8-M. / Ayto. de Segovia
La publicidad es el arma más poderosa que existe, ya lo comenté en uno de mis anteriores posts, La mala publicidad, ya que está cargada de micromachismos ocultos y difíciles de percibir a simple vista pero que van calando en la cultura y la conducta social de las personas y, otras veces, es totalmente explícita y sin ningún tipo de disimulo hacia la degradación de la mujer, ya que se trata de marcas poderosas que se creen con el derecho de hacer uso de la publicidad a cualquier precio y sin que nada ni nadie le pare los pies.
Pues bien, puede que esto empiece a no ser así. Está claro que en un par de años no se va a lograr lo que no se ha alcanzado en siglos, la lucha es dura pero, ojo, constante. Claro que sí. Y es que no sabéis lo que puede influir en el criterio y la percepción de la gente que se pasea por la calle un autobús empapelado, los anuncios en plena carretera o las pancartas en escaparates, parques, edificios o cualquier lugar que nos rodea. Creemos que la gente no les hace caso, que pasan por su lado como si nada, pero la publicidad visual en las vías públicas es como el perro de Pavlov: al final, tanto tiempo y de forma tan repetida sometidos a un mismo estímulo, termina por generar una respuesta. Y ya os digo yo que la publicidad no se escoge al tun tun, al revés, siempre tiene, además de querer ofrecer un producto, un mensaje subliminar, una intencionalidad oculta. Y ahora más que nunca parece tan urgente mantener viva esa cultura del patriarcado, viendo el nuevo despertar de las mujeres y su reacción ante las constantes injusticias, que hay que estar al tanto de esa mala publicidad más que nunca. Porque recordemos que las industrias más poderosas y el manejo de su publicidad está en manos de hombres; hombres a los que no les interesa para nada que el actual sistema cambie.
Copio y pego de la prensa de hoy: “La alcaldesa socialista de Segovia, Clara Luquero, la primera mujer regidora en la historia de la capital de la provincia homónima, ha dicho que "en esta milenaria villa romana tenemos claro que no hay cabida para quienes no respetan a la otra mitad de la población”.
Así, Luquero muestra su más profundo apoyo a un proyecto liderado por los socialdemócratas europeos y abierto a cualquier municipio preocupado por la desigualdad de género. Esta iniciativa fue impulsada por el histórico 8-M y por la  presidenta y portavoz socialista en la comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género en el Parlamento Europeo, Iratxe García. La nueva ordenanza dicta que queda prohibida la difusión de imágenes denigrantes de la mujer en publicidad, principalmente en el transporte y los espacios públicos. De este modo, busca "promover el respeto a la dignidad de todas las personas, la diversidad y la igualdad entre las mujeres y los hombres”.
Se prevé que otras ciudades españolas, como Madrid, Barcelona o València, se sumen al apoyo del proyecto contra la publicidad sexista en el futuro”.(Público.es).
Ejemplos de publicidad sexista en las calles:


¿Os habíais percatado? Es fuerte si te fijas, ¿eh?
Me alegro mucho y espero que la incorporación de otras muchas ciudades, no solamente de España, sea rápida. Me sorprende que una ciudad como Madrid o Barcelona no lo hayan hecho aún, tratándose de las ciudades más importantes y con más tránsito de personas, pero lo importante es que se unan.
Los micromachismos de la publicidad son el primer escalón, los cimientos de la pirámide del machismo y en la punta de esa pirámide se encuentra la violencia de género, no lo olvidemos. Trabajar desde abajo es otra gran opción.

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