Mucho se ha hablado estos últimos días de la mala relación entre S.M. la reina doña Letizia ¿se dice así? y la reina emérita doña Sofía. La verdad es que han salido memes super graciosos y vídeos utilizando el cuerpo de la Leti justo en el momento en el que intentaba que su suegra no se pudiera hacer la foto con sus niñas, para tapar otras escenas típicas: un gol memorable, el cruce de piernas de Sharon Stone... en plan corta rollos; en fin, lo típico en estos casos, algo divertido se tiene que sacar de toda esta locura.
Vamos a ver, serán los reyes, pero quitándoles el título, no dejan de ser una familia como otra cualquiera, con sus buenos momentos, sus envidias, sus rencillas y sus comidas típicas de los domingos (si las tienen). Una encuesta dice que solo un 5% (¿o era un 3%?, no sé, por ahí andaba la cosa), elegiría a su suegra para irse de viaje, pues Letizia no va a ser menos, teniendo en cuenta que, prácticamente desde el principio, no fue bien recibida en la familia real; calló y aguantó muchos desplantes (los he repasado por la emeroteca virtual y el rey también se pasa bastante) por ser la familia que era, hasta que se ha visto en una situación más privilegiada, de reinona nada menos, y ahora es cuando empieza a pasarse el protocolo por el forro: ella no es de realeza de cuna, así que básicamente pueden mandar en ella otras prioridades, porque no hay nada más detonante que un orgullo herido y varios años acumulando ansias de venganza. Sin embargo, debo decir que meter a las infantas en todo esto está muy feo, no dejan de ser niñas y no tienen por qué verse influenciadas por la relación entre su madre y su abuela.
El caso es que y lo que quiero decir con esto es que hay malos rollos y asuntos oscuros que ocurren hasta en las mejores familias, nadie está exento de ellos y aunque se quiera dar la imagen de la más tierna felicidad, solo es eso, la imagen. Lo que pesa y lo que quema es el convivir y por lo visto, la familia real no ha convivido muy bien. Lo malo es que mientras la gente normal lavamos los trapos sucios en la intimidad de nuestra casa, ellos hacen de su día a día un asunto de Estado. Es lo que tiene la realeza, encima tienen que fingir más que el resto.
Así que a Leti y a Sofi les espera una laaaarga vida juntas con toques de falsa buena relación ante las cámaras y eso es mucho más agotador que cualquier acto protocolario. En realidad las compadezco. Espero que lleguen a encontrar ese punto neutro en el que se puedan tolerar, vamos, como intenta hacer todo el mundo si tiene buenas intenciones.
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