Lo mismo que ocurrió con esa tendencia que
dio nombre a los Singles, el hecho de que haya cada vez más mujeres que llegan
a una edad adulta sin haber tenido hijos también ha sido bautizado: las NoMo
(No Mothers). En los países occidentales, entre un 25% y un 30% no serán madres
y los principales motivos se reparten entre los biológicos, la decisión
personal y la falta de condiciones económicas y emocionales.
Está claro que el instinto maternal existe
y muchísimas mujeres reciben esa llamada, disfrutando de la maternidad y de su
bebé, pero también puede darse el caso de que ese instinto no aparezca y esa
mujer no llegue a sentir nunca ese deseo de experimentar el ser madre o, algo
mucho peor, que por temas biológicos no pueda. Esas mujeres que por sus
diferentes circunstancias, llegada cierta edad, tienen que lidiar con
comentarios desafortunados de la típica maruja del barrio, los compañeros de
trabajo entrometidos o los familiares y amigos (normalmente lejanos) sin pelos
en la lengua, que les asaltan con el típico “se te va a pasar el arroz” y si
encima estás felizmente casada, el “¿Para cuándo el bebé?” acecha a cada
momento. Ante estos comentarios, la que tiene bien decidido que no quiere ser
mamá, puede contestar claramente, aunque debe enfrentarse a todo tipo de
críticas y miradas de incomprensión, ya que a las mujeres se nos sigue
consierando máquinas de fabricar bebés (con o sin instinto maternal). Pero en
ese caso, la mujer tiene un posicionamiento claro que sabe cómo defender, ya
que es UNA DECISIÓN que ha tomado libremente, por los motivos que sean pero, ¿y
qué pasa con las que NO PUEDEN? Debe ser muy duro tener que aguantar esa
presión social, sumándose a todo esto la impotencia de querer algo con muchas
ganas y no poder tenerlo, al menos hasta que una termina haciéndose a la idea
de que esto es lo que hay y poder vivir lo más feliz posible acompañada de esa
carencia, sustituyéndola por otras cosas que tal vez nunca lleguen a llenar ese
vacío del todo.
El tormento de ser una NoMo siempre estará
ahí, las mujeres biológicamente estériles, por esa sensación de vacío e
incompleto; las demás, las que prefieren centrarse en su carrera profesional y
creen que la maternidad es algo secundario o las que no sienten ese instinto
tan natural pero no necesariamente colectivo, por la sociedad inquisidora.
Recogiendo un testimonio de Audrey García, una responsable de comunicación de
38 años, esta comentó en el periódico El Mundo que ella decidió someterse a una
esterilización (una intervención irreversible) hace tres años y que a día de hoy
aún tiene que estar dando explicaciones del por qué tomó esta decisión:"Las que no queremos tener hijos somos
las locas de los gatos o de los perros. Si cuentas que te has esterilizado la
gente debe de imaginarte como una especie de demonio. Si no tienes hijos no
tienes miedo a perder tú trabajo, no tienes miedo a movilizarte... Hay que
romper el miedo a no tener hijos (...) Creo que hay muchas mujeres que acaban
siendo madres porque es lo que se tiene que hacer, porque es lo que te impone la sociedad".
No pienso opinar sobre este tema, sobre si
“a favor” o “en contra” de las NoMo, porque ya entraría en ese juego en el que
parece que cada decisión que toma, cada paso que da una mujer, tiene que ser
analizado minuciosamente por todo el mundo: si decides tener familia numerosa y
además, dedicarte únicamente a la crianza, eres una coneja machista y anclada
en el pasado, si prefieres esterilizarte y defiendes no tener hijos eres
antinatural e inhumanizada, ¡Que nos dejen en paz a todas! Que nos dejen tener
hijos cuando lo creamos oportuno, solas, con pareja o como sea; si no podemos,
que no nos molesten con preguntas impertinentes y si no queremos, que respeten.
A veces, somos las propias mujeres las enemigas más peligrosas, ojo.
Pero ya para terminar, el tema de las
NoMo, como nueva corriente social, es algo a tener en cuenta, el 25% de las
mujeres nacidas en la década de los 70 no tendrán hijos, y hay muchas opiniones
entre mujeres de este movimiento que han sido entrevistadas, desde las que
siguen manteniendo esa decisión y piden respeto por ello, hasta las que más
tarde se arrepintieron de esa disposición de no ser madre. Pero a pesar de la
disparidad de opiniones, motivaciones etc de todas estas mujeres, hay algo que
tienen en común y que defienden todas las NoMo: “No eres más mujer por ser madre”.
Este es un tema bastante controvertido y
del que solo hemos visto la punta del iceberg, todavía dará mucho más que
hablar.
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