Me hace mucha gracia cómo tantas personas siguen las
recomendaciones de celebridades de Hollywood, tratándolas como si de dietistas
o gurús de vidas saludables se trataran. Vemos a Jessica Alba paseándose por
las calles de Los Ángeles con un bolso de Birkin en una mano y un batido Detox
en la otra y ya nos vemos en nuestras casas llenando la batidora de manzana
verde, espinacas, lechuga, apio, limón y no sé qué más,
porque las famosas
dicen que los Glowing Green Smothie
son lo más de lo más para adelgazar y limpiar nuestro organismo, aunque dé un
asco que te mueres bebértelo. Pero que vamos, no estoy en contra, que habrá
gente a quien le guste y disfrute dándole sorbos a esa cosa verde. Aquí el tema
es que estos preceptos se siguen a rajatabla y sin informarse de su utilidad, solo
porque se ve a una escultural Gisele Bündchen defendiéndolo, sin pensar en que
hay dietas más saludables y otras que te hacen pasar más hambre que el perro de un ciego, según el organismo de cada uno. Pero bueno, aquí cada cual con lo suyo
mientras no haga daño a nadie: si un vegano decide hacerse vegano, enhorabuena,
pero que sepa que en mi casa se comen tortillas de cinco huevos.
Lo que me hace gracia y me resulta incoherente es la
reacción de las celebrities más cool del planeta que, tras publicarse un
estudio de la Universidad de Michigan que considera que “la ingesta de lácteos podía provocar los mismos efectos aditivos que
algunas drogas”, éstas deciden que el queso es maliiiísimo para su vida
saludable y lo retiran de su dieta por su alta dosis de caseína que provoca una
gran sensación de bienestar, cuando irónicamente algunas de estas supersanotas se hacen unas rayas de
cocaína de aquí a Madrid.
Los casos más sonados de este radicalismo anti-quesos
y que para nada se consideran intolerantes a la lactosa (en cuyo caso lo vería
más que comprensible), son los de estrellas mediáticas como la mencionada
Gisele, Megan Fox o Khloé Kardashian, ésta última dice: “Me encantan el queso y la leche, pero eliminarlos de mi dieta de forma
gradual fue lo que marcó la diferencia”… ¿diferencia de qué, petarda? Si
luego abusas de otros excesos, por favor. Seguramente, estas chicas si pisan
Ámsterdam, que tiene tiendas de quesos en cada esquina, se sentirán en el
infierno, en la ciudad de la droga.
Debe de ser agotador estar a la última en novedades
sobre dietética y contar las calorías que se ingieren al día, se dice que en la
alimentación de estas famosas estrictas de la dieta, un 80% se compone de
verduras, siempre frescas y orgánicas, y cereales integrales (arroz, quinoa, mijo
y frijoles) y el otro 20% de carnes magras y orgánicas o salmón salvaje. O sea
que, si fueramos alguna de ellas y un día pasáramos por un puesto de gofres
deberíamos ignorarlo, aunque nos sonaran las tripas; si quedáramos para cenar
con amigos, no podríamos ir a cualquier restaurante a cenar; y ahora, con la
burra que les ha dado con el queso, deberíamos olvidarnos de la pizza, del queso
rallado en la pasta (si es que nuestra dieta nos permite comer pasta), de
cualquier cosa gratinada, de las tablas de quesos curados acompañados con un
buen vino tinto… mmm. Vamos, que no rotundo, ¡esto no puede ser!
Si las tontainas estas quieren pasar hambre, que lo
hagan, pero que no se les ocurra promocionar su locura de dietas imposibles y
muchísimo menos hacer campaña contra el queso comparándolo con una droga,
cuando hay verdaderas drogas hacia las que sí se debería ir en contra, como las
que se tomó el marido de Khloé Kardashian y terminó siendo hospitalizado.
La mejor dieta que hay es la de comer un poquito de
todo y no mucho de una o dos cosas. O como dice mi abuela: desayuna como un
rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo.
Y ya para concluir mí defensa hacia el queso, que inexplicablemente intentan boicotear las locas de las famosas, aquí
dejo unos cuantos beneficios de este riquísimo producto, facilitados por El Blog de La Antigua:
·
El queso contiene
todos los aminoácidos necesarios para
que nuestro organismo funcione correctamente.
·
El queso
es una de las principales
fuentes de calcio, un mineral fundamental para la salud de los huesos y
de los dientes, además la absorción del calcio se ve favorecida por la proteína
que contiene el queso.
·
Ya hemos dicho que el queso es beneficioso para
los huesos por su alto contenido en calcio, pero además el consumo de queso tiene un efecto positivo en la lucha contra la
osteoporosis y otras enfermedades de los huesos.
·
El queso no sólo fortalece nuestros dientes gracias a
la gran cantidad de calcio que posee, además reduce la placa bacteriana, estimula la producción de saliva y mantiene
nuestra boca limpia de forma natural.
·
El queso contiene
una gran cantidad de ácido fólico,
por lo que un alimento imprescindible durante el embarazo.
·
El queso además favorece la producción de leche materna en
las mujeres embarazadas.
·
El queso nos
ayuda a fortalecer el sistema
inmunológico, por lo que aumentan nuestras defensas contra las
enfermedades.
·
El gran
contenido en vitamina
B del queso hace
que nuestra piel tenga mejor aspecto.
·
El queso disminuye
los síntomas del síndrome
premenstrual.
·
El queso es
un gran fuente de ácido linoleico
conjugado (CLA), relacionado con la prevención de ciertos tipos de
cánceres como el de colon.
·
El queso es
muy rico en proteínas, por
lo que ayuda formar y recuperar la masa corporal lo que lo hace un alimento
perfecto para deportistas o personas que quieran ganar peso de forma saludable.
Sabiendo ahora todo esto, ¿En qué lado de la balanza
te pones?
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