lunes, 8 de febrero de 2016

Tonterías como dejar de comer queso

Me hace mucha gracia cómo tantas personas siguen las recomendaciones de celebridades de Hollywood, tratándolas como si de dietistas o gurús de vidas saludables se trataran. Vemos a Jessica Alba paseándose por las calles de Los Ángeles con un bolso de Birkin en una mano y un batido Detox en la otra y ya nos vemos en nuestras casas llenando la batidora de manzana verde, espinacas, lechuga, apio, limón y no sé qué más,

porque las famosas dicen que los Glowing Green Smothie son lo más de lo más para adelgazar y limpiar nuestro organismo, aunque dé un asco que te mueres bebértelo. Pero que vamos, no estoy en contra, que habrá gente a quien le guste y disfrute dándole sorbos a esa cosa verde. Aquí el tema es que estos preceptos se siguen a rajatabla y sin informarse de su utilidad, solo porque se ve a una escultural Gisele Bündchen defendiéndolo, sin pensar en que hay dietas más saludables y otras que te hacen pasar más hambre que el perro de un ciego, según el organismo de cada uno. Pero bueno, aquí cada cual con lo suyo mientras no haga daño a nadie: si un vegano decide hacerse vegano, enhorabuena, pero que sepa que en mi casa se comen tortillas de cinco huevos.
Lo que me hace gracia y me resulta incoherente es la reacción de las celebrities más cool del planeta que, tras publicarse un estudio de la Universidad de Michigan que considera que “la ingesta de lácteos podía provocar los mismos efectos aditivos que algunas drogas”, éstas deciden que el queso es maliiiísimo para su vida saludable y lo retiran de su dieta por su alta dosis de caseína que provoca una gran sensación de bienestar, cuando irónicamente algunas de estas supersanotas se hacen unas rayas de cocaína de aquí a Madrid.
Los casos más sonados de este radicalismo anti-quesos y que para nada se consideran intolerantes a la lactosa (en cuyo caso lo vería más que comprensible), son los de estrellas mediáticas como la mencionada Gisele, Megan Fox o Khloé Kardashian, ésta última dice: “Me encantan el queso y la leche, pero eliminarlos de mi dieta de forma gradual fue lo que marcó la diferencia”… ¿diferencia de qué, petarda? Si luego abusas de otros excesos, por favor. Seguramente, estas chicas si pisan Ámsterdam, que tiene tiendas de quesos en cada esquina, se sentirán en el infierno, en la ciudad de la droga.

Debe de ser agotador estar a la última en novedades sobre dietética y contar las calorías que se ingieren al día, se dice que en la alimentación de estas famosas estrictas de la dieta, un 80% se compone de verduras, siempre frescas y orgánicas, y cereales integrales (arroz, quinoa, mijo y frijoles) y el otro 20% de carnes magras y orgánicas o salmón salvaje. O sea que, si fueramos alguna de ellas y un día pasáramos por un puesto de gofres deberíamos ignorarlo, aunque nos sonaran las tripas; si quedáramos para cenar con amigos, no podríamos ir a cualquier restaurante a cenar; y ahora, con la burra que les ha dado con el queso, deberíamos olvidarnos de la pizza, del queso rallado en la pasta (si es que nuestra dieta nos permite comer pasta), de cualquier cosa gratinada, de las tablas de quesos curados acompañados con un buen vino tinto… mmm. Vamos, que no rotundo, ¡esto no puede ser!


Si las tontainas estas quieren pasar hambre, que lo hagan, pero que no se les ocurra promocionar su locura de dietas imposibles y muchísimo menos hacer campaña contra el queso comparándolo con una droga, cuando hay verdaderas drogas hacia las que sí se debería ir en contra, como las que se tomó el marido de Khloé Kardashian y terminó siendo hospitalizado.
La mejor dieta que hay es la de comer un poquito de todo y no mucho de una o dos cosas. O como dice mi abuela: desayuna como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo.
Y ya para concluir mí defensa hacia el queso, que inexplicablemente intentan boicotear las locas de las famosas, aquí dejo unos cuantos beneficios de este riquísimo producto, facilitados por El Blog de La Antigua:
·         El queso contiene todos los aminoácidos necesarios para que nuestro organismo funcione correctamente.
·         El queso es una de las principales fuentes de calcio, un mineral fundamental para la salud de los huesos y de los dientes, además la absorción del calcio se ve favorecida por la proteína que contiene el queso.
·         Ya hemos dicho que el queso  es beneficioso para los huesos por su alto contenido en calcio, pero además el consumo de queso tiene un efecto positivo en la lucha contra la osteoporosis y otras enfermedades de los huesos.
·         El queso no sólo fortalece nuestros dientes gracias a la gran cantidad de calcio que posee, además reduce la placa bacteriana, estimula la producción de saliva y mantiene nuestra boca limpia de forma natural.
·         El queso contiene una gran cantidad de ácido fólico, por lo que un alimento imprescindible durante el embarazo.
·         El queso además favorece la producción de leche materna en las mujeres embarazadas.
·         El queso nos ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, por lo que aumentan nuestras defensas contra las enfermedades.
·         El gran contenido en vitamina B del queso hace que nuestra piel tenga mejor aspecto.
·         El queso disminuye los síntomas del síndrome premenstrual.
·         El queso es un gran fuente de ácido linoleico conjugado (CLA), relacionado con la prevención de ciertos tipos de cánceres como el de colon.
·         El queso es muy rico en proteínas, por lo que ayuda formar y recuperar la masa corporal lo que lo hace un alimento perfecto para deportistas o personas que quieran ganar peso de forma saludable.


Sabiendo ahora todo esto, ¿En qué lado de la balanza te pones?

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