He tenido la suerte de estar durante estos días impregnándome de
información, en un curso que trataba sobre las relaciones de pareja y la violencia
de género en la adolescencia. El caso es que hay una serie de factores que
influyen en que el machismo y la violencia de género continúen estando
patentes, a pesar de que públicamente sean rechazados, porque detrás de todo
esto hay unas vivencias y un aprendizaje con la familia, una cultura, otros
dirán que una predisposición genética aunque no estoy del todo de acuerdo, pero
desde luego, si hay algo que nos absorbe el cerebro y que nos predispone a
pensar de tal o cual manera, es la publicidad.
A veces no nos paramos a pensar que los anuncios que vemos por la
tele que tienen que ver con productos de limpieza y detergentes siempre son
protagonizados por mujeres y, como mucho, un niño con barro hasta las orejas y
un mayordomo estirado y gordo que evalúa la limpieza del ama de casa con un
algodón, como si lo de limpiar solo fuera cosa de mujeres.
Después hay otros anuncios que utilizan descaradamente el físico de una
chica atractiva sin venir a cuento, sin tener que ver nada con el producto que
se intenta vender. Por ejemplo aquel “Busco
a Jacks” en el que una pava se bajaba la cremallera del escote para enseñar
las pechugas, ¡como si esa acción fuera a ser decisiva para obtener una
respuesta y que cualquiera de los empanaos que la miraban le fueran a decir
dónde estaba el j***do Jacks!
Fijémonos también en muchas campañas publicitarias de grandes empresas de moda
y complemento, esos pecan mucho de recurrir a los anuncios sexistas y han
llegado a ser vetados en algunos países por el contenido, que incita claramente
a la violencia contra la mujer. Esa imagen de Dolce & Gavanna en el que sale una chica tumbada y rodeada por
hombres medio desnudos… más que un anuncio de ropa parece el comienzo de una bukake, y he querido ser suave.
Pero entonces, ¿qué requisitos tiene que reunir un anuncio publicitario
para que se considere machista? Hay tres puntos clave:
- Justificar
comportamientos o actitudes que impliquen violencia contra la mujer.
- Exhibir el cuerpo
femenino como reclamo de venta cuando sea ajeno al contenido del anuncio y
de lo anunciado.
- Utilizar a la mujer y reducir su cuerpo a un mero objeto sexual.
Parece que para que se den algunos de los tres puntos, el anuncio en
cuestión tendría que ser muy rebuscado y descaradamente sexista, pero como ya
he dicho, lo podemos encontrar en cualquier sutileza, como ese anuncio del
ambientador, en el que la mujer coloca el producto y espera la conformidad del
marido que, aunque éste nota un cambio en el ambiente, no se preocupa de
preguntar el por qué, simplemente le hace un gesto de aprobación a su esposa y
ella tan contenta. Esos pequeños micromachismos de los que a veces no nos damos
cuenta.
Si ya comenté anteriormente mi desaprobación por la música reggeaton por su contenido machista y
violento y su influencia en los adolescentes, de la misma manera hago mi
manifestación particular contra la publicidad de la tele, las calles y las
revistas que utilizan a la mujer como un mero objeto. Son mensajes a los que
todos tenemos accesos, hasta los más pequeñitos y pequeñitas a los que ya se les marca con mensajes de a qué juegos deben jugar y que crecerán
pensando que el Don Limpio es cosa de mujeres y que con una chuflada de Axe ellos pueden someterlas.
Y no exagero pero si nos fijamos bien, la diferencia entre estas dos
publicidades que pongo a continuación es de más de cinco décadas, pero ambas
incitan a la violencia contra la mujer.
Qué fuerte, ¿no?
Aquí dejo también enlaces de anuncios machistas, para que nos percatemos
mejor de lo que ven nuestros ojos y lo que oyen nuestros oídos:
Cambiar estas cosas es muy difícil, pero si lo sabemos, si lo tenemos en cuenta,aunque seamos una minoría, podemos prevenir en la medida de lo posible, explicándoselo a nuestros hijos, comentando estos anuncios en una cafetería con más gente o compartiendo éste post por ejemplo, para que quienes no hayan caído en la cuenta de la carga violenta y sexista que tiene la publicidad más actual y popular lo hagan y pongan también remedio utilizando microigualitarismos. Desaprender aprendiendo de nuevo.
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