martes, 11 de noviembre de 2014

¡Benavent, queremos un libro tuyo!

Hoy tengo ganas de hablar de libros, esa gran alternativa a las noticias de choriceo de políticos, famosos y realeza que salen continuamente en diarios y TV y que nos hacen mala sangre a la gente corriente.  Concretamente quiero hablar y recomendar la lectura de los libros de Elísabet Benavent (o Beta Coqueta) y valorar su recorrido como escritora.
Digo valorar porque, hoy en día, tiene mucho mérito que una persona salida del anonimato total se abra paso en el mundillo literario, que prácticamente está gobernado por los gigantes de la literatura que se pueden permitir el lujo de delegar en escritores “fantasma” para hacerles el trabajo y por presentadores, artistas y otros personajes televisivos que les ha picado el gusanillo de escribir y que ya cuentan con una tremenda publicidad de su proyecto solo por ser quienes son, incluso antes de que haya sido leído por nadie.
Benavent y sus libros.
 Para Benavent, según he podido leer en algunas entrevistas que hay colgadas por la red, escribir era una afición  y explica que, su primer trabajo, la Saga Valeria “en un primer momento era una trilogía, que yo tenía guardada en casa y que dejaba leer a muy poca gente, porque en el fondo tenía miedo a las críticas. Cuando decidí que lo mejor que podía hacer era retomar el tercer libro, darle una vuelta y comenzar con el cuarto, un amigo mío me animó a autopublicar en Amazon el primero. Tanto él como su mujer pensaban que podía gustar y tener tirón y tanto insistieron que al final me animé”, y así, sin ella pensar si quiera en el tirón que iba a tener y tras un progresivo boca a boca en el que se dio a conocer en las redes sociales, consiguió reunir a un incondicional ejército de fans, entre los que se encuentra una servidora. Meses después, logró el sueño de todo escritor: ver su libro en papel y a día de hoy, no solamente la Saga Valeria, sino su segundo proyecto, la Saga Silvia, tienen un cómodo hueco en las estanterías de las librerías de nuestro país, sin todas esas lectoras que fueron pasando la voz cuando colgué en Amazon, no habría tenido la oportunidad de ver mi libro en las librerías”. Y como guinda del pastel, el pasado mes de Abril la productora Diagonal TV compró los derechos audiovisuales de las novelas de su primer proyecto, con la intención de llevarlas a la pequeña pantalla, así que ahora estamos a la espera de ver las peripecias de Valeria en vivo y a un Víctor de carne y hueso.
¡El gran pacto!
Esto es todo un ascenso profesional en AVE!!!
Pero ahora que he hecho un pequeño repaso a la meteórica y merecida carrera literaria de Elisabet Benavent, voy a explicar, aunque a estas alturas ya hay poco que explicar, el porqué. La respuesta son dos nombres: Valeria y Silvia, dos historias totalmente diferentes pero a su vez muy parecidas en intensidad de emociones, aunque he de decir que la segunda es la más heavy por el contexto. Pero no quiero liarme adelantándome, vamos por pasos:
En los cuatro libros de Valeria se narra la historia de la protagonista y sus tres amigas, Lola, Nerea y Carmen, con personalidades totalmente distintas las unas de las otras y como no, el chico, descaradamente buenorro y perfecto, con el pequeño defecto de que ha sido un rompe-bragas toda su vida y ahora eso es muy difícil de cambiar, hablo de Víctor. Muchos comparan esta trama con la de los personajes de Sexo en Nueva York y en cierto modo podría ser así: Valeria-Carrie, Lola-Samantha, Nerea-Charlotte, Carmen-Miranda y Víctor-Mr. Big, incluso Bruno podría ser el Alexander Petrowsky a la española.
La autora dice sentirse muy alagada al compararse sus novelas con la gran serie de HBO, pero como bien dice Mis libros hablan de cosas que nos pasan a todas en mayor o menor medida” y las de Nueva York llevan una vida bastante más glamurosa que las cuatro chicas de Valeria. Lo mejor de esta serie de libros supongo que es la sencillez con la que se habla de cada uno de los temas cotidianos de cualquier chica: los problemas familiares, las amigas, dilemas laborales, el sexo, la maduración y el acercamiento a la treintena, afrontar la maternidad y el concepto del personaje masculino, que no es el típico salvador de damiselas, sino “ese tipo ofensivamente sexy e inalcanzable que todas hemos querido cambiar alguna vez”. Y es que como dice su creadora, “en general, creo que todas somos un poco Valeria”… y un poco Nerea, un poco Lola y otro poco más de Carmen. Personas normales pero con sus peculiaridades, al fin y al cabo.
Después de enamorarnos de la historia de Víctor y Valeria, Llegó Silvia y su triángulo amoroso con Álvaro y Gabriel. Digo que este personaje femenino es distinto del otro por la intensidad de su relación, tanto con Álvaro, el modelo de jefe sexy, dominante y sexualmente insaciable, pero un calzonazos frente a su madre, su talón de Aquiles; como con Gabriel, el típico perfil de rockero echado a perder, con todas las adicciones del mundo en su lista de adicciones, una vida desastrosa, un pasado deprimente y con serias carencias afectivas, vamos, el chico duro que necesita ser salvado.
Silvia sufre una serie de situaciones en las que no nos gustaría vernos a ninguna y que por suerte, se tiene que dar una entre un millón para que nos ocurra, pero leyendo todo lo que le ocurre no podemos dejar de apartar los ojos de las páginas, sin evitar soltar una lágrima, apretar el cojín con las uñas de rabia o, como dice el libro, vomitar arcoíris. Siempre lo digo, la Saga Silvia es más corta, pero muchísimo más intensa que la primera, si en lugar de dos libros hubiesen sido cuatro como Valeria, a mí me hubiera dado un ataque antes de acabarlos. Pero la protagonista femenina de esta historia se parece a la de la primera por lo impacientes, viscerales e inseguras que son, por lo menos al principio, porque ambas van evolucionando y madurando durante sus historias.
Recuerdo que el primer libro de Elísabet Benavent, “En los zapatos de Valeria”, me lo compré este año en Abril, el día de San Jorge, me hice un auto regalo. Tres meses después me estaba ventilando los dos libros “Buscando a Silvia” y “Encontrando a Silvia” tumbada en la toalla en la piscina de mi pueblo. Por lo general soy una entusiasmada de la lectura y de meterme en las historias que se cuentan en las páginas. Pero los libros de Elísabet Benavent han sido adictivos, no sé si por la sencillez por la que la autora habla de sus personajes, por el humor, la intensidad con la que se viven las historias… Pero es una recomendación que aquí dejo para quien no haya tenido la oportunidad de leer estos libros.
Y menos mal que Elísabet Benavent ya ha anunciado por su cuenta Twitter (@betacoqueta) que el próximo 8 de Diciembre dirá la fecha de publicación de su próximo trabajo, que aquí me tenía a mí, esperando “en candeleta”. ¡Queremos un libro tuyo!


Al final, leerse un libro es algo así como probarse la vida de otras personas y ver qué tal nos queda”(Elísabet Benavent).

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