jueves, 5 de diciembre de 2013

¿Vivimos en Gotham City?

Recientemente leí en twitter lo siguiente: “Con los asesinos y violadores en la calle, los políticos corruptos y anocheciendo a las 17h, no sé si vivo en España o en Gotham City”. Me gustó porque no encontré una mejor metáfora para definir la situación actual en nuestro país, que la ciudad ficticia en la que se mueve el personaje de DC Comics. Y es que, entre otras cosas, la anulación de la Doctrina Parot por el Tribunal de Estrasburgo, ha abierto una enorme grieta por la que ya han escapado más de sesenta terroristas, asesinos y violadores, que no han terminado de cumplir por cada uno de sus delitos.
Una de las salidas más recientes y polémicas, la de Miguel Ricart, condenado a 170 años de prisión por secuestro, tortura, violación y asesinato de tres niñas, y de los que solo ha cumplido 20, ya que, según el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo, la no excarcelación inmediata de semejante elemento, vulneraría el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH). ¿Y qué hay de los derechos de Miriam, Toñi, Desiré y tantas otras víctimas de los ahora beneficiarios de esta absurda decisión? ¿Es que ellas no eran humanas y no tenían derechos también? Continuando con este caso, últimamente he podido leer versiones bastante creíbles, por qué no, pero actualmente imposibles de demostrar, que implica como principales responsables en este triple asesinato, a personajes poderosos de la esfera política, judicial y bancaria de los años 90, en las que se les relaciona con prácticas de sadismo, secuestro, orgías con menores y, bajo una estudiada operación policial (si, policial), la manipulación de pruebas forenses junto con la compra de testimonios de Ricart y del desaparecido Anglés para que fueran las cabezas de turco y así ocultar lo que, al parecer, se les fue de madre. ¿Hablamos de justicia ciega? Acojonante, sea como sea.
Lo más flipante de todo, es que este personaje, Ricart, iba a salir entrevistado en Antena 3 (manda huevos), pero ante la indignación colectiva, como es normal, la cadena se ha echado atrás y, por ahora, no emitirá ningún video del asesino de Catarroja. ¿O en realidad hay alguien detrás de esta retirada, por temor de que el ya ex convicto pueda hablar de más de lo que le está permitido y meter la pata? Éste solo es uno de los múltiples casos, pero desde luego, uno de los más oscuros y sobrecogedores, reuniendo todos los ingredientes para un tema de violencia y corrupción.
Si antes ya daba miedo salir a la calle sola y de noche, parece que lo que nos espera a partir de ahora, con todos los delincuentes volviendo a las calles (y los que nunca las han dejado), es ir siempre con mil ojos y el móvil a mano y el espray anti-violadores se convertirá en un elemento imprescindible en nuestros bolsos, tanto como el tampax de emergencia. Y si la cosa se pone muy fea, contratar a una súper heroína que se dedique a velar por nuestras vidas durante las oscuras y solitarias noches, porque me parece a mí, que recurrir a la ayuda de la justicia y el Estado, estando tan salpicados de corrupción y de mentiras, no es la opción más alentadora. Catwoman no va a dar abasto.

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