jueves, 23 de mayo de 2013
No es cosa de hombres
Siempre ha habido una clara separación de los empleos socialmente reconocidos para hombres y para mujeres. Toda la vida se nos ha considerado el “sexo débil”, por lo que ejercer un puesto de trabajo que requiera una resistencia física por encima de lo normal se veía de chiste.
Pues bien, aunque el cambio se esté produciendo muy paulatinamente, cada vez nos vamos integrando más en el sector laboral “masculino”, en algunos casos puede que cueste más, como es el caso de la profesión de bombero, por las pruebas físicas que se requieren sobre todo, ya que, según datos de 2011, de 21.344 bomberos que había en España, 166 eran mujeres. Parece una cifra ridícula, pero por algo se empieza, no?
Sin embargo, en el terreno minero ya hemos hecho una gran conquista, las primeras incorporaciones de mujeres en las minas asturianas se produjeron en Enero de 1996, cuando Concepción Rodriguez Valencia logró que el Tribunal Constitucional reconociera éste derecho laboral, y las mujeres que la secundaron, consideraron su entrada en la mina como una conquista social. Fue entonces cuando se quebró el mito masculino de un oficio duro y peligroso, y como dice una de las trabajadoras de una mina en Oviedo: "Las mujeres podemos hacer los mismos trabajos que los hombres. Es verdad que hay trabajos en la mina que, por su extrema dureza, no los podemos realizar la mayoría de las mujeres, pero tampoco son capaces de hacerlos muchos de los mineros. Y, a la inversa, hay operaciones en los pozos en las que se necesita más maña que fuerza. Pero nada justifica que nosotras no podamos trabajar en la mina".
En cuanto al Cuerpo de la Policía, ya hace más de 30 años desde que una primera mujer, Amalia Rol, conquistó ese terreno, y a día de hoy son más de 6.400 las mujeres que pertenecen a la Policía Nacional entre escala básica y ejecutiva.
Y para terminar, porque podría pasarme horas buscando información, pero con esto creo que es suficiente para hacerse una idea, parece que el llevar el taxi es un empleo de hombre… pero no! En 1965, Piedad Álvarez, junto con su SEAT 800, fue la primera mujer que se puso a manos de un taxi en España, concretamente en León. Hace poco, unas cuantas de éste sector se juntaron para escribir un libro, “Mujer y taxista. Anécdotas”, en el cual afirman que muchas veces parece que estén conduciendo un confesionario, por todas las historias que les cuentan.
Está claro que algunos sectores de trabajo los tenemos muy bien conquistados y otros nos costará un poco más, pero a tercas no nos gana nadie, así que creo que esto es solo cuestión de tiempo, porque en realidad, podemos.
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