¿Está la mujer del siglo XXI preparada para enfrentarse a un divorcio? Seguramente habría que tenerse en cuenta una serie de circunstancias, pero ¿han cambiado éstas circunstancias en los últimos años?
Ésta vez no se trata de maltratos o vejaciones, ya que creo que tenemos muy clara la respuesta. Pero existe un prototipo típico de mujer de clase media-alta, que pasan la mayor parte del día entre salones de belleza y tiendas de ropa, tardes con amigas… y un matrimonio aparentemente perfecto. Son el típico perfil de mujeres que si descubren en sus hombres una infidelidad, tendencias sexuales poco correctas, estilos de vida inadecuados… no se plantearían divorciarse con lo que todo ello supone, porque su vida está bien, es estable y cómoda. Pero, ¿y si sus problemas matrimoniales llegaran a ser de conocimiento público? No se trata de ser cruel, simplemente de ser realista, y reconocer que aún hay personas que prefieren vivir en una fachada de idealidad, aunque tras ella no sea todo tan perfecto, a pasar por un escándalo social.
Éste planteamiento me vino tras ver una película con la que me di unas buenas risas, hecha a finales de los años 30: “Mujeres”. Muy antigua sí, pero no dista mucho de la realidad actual de mujeres de los barrios altos de nuestras capitales. En el filme, se refleja la vida cotidiana de mujeres de buena posición, que dedican gran parte de su tiempo en tratamientos de belleza, boutiques de alta costura, salones de té, ignorando lo que hacen sus maridos durante ese tiempo y siempre murmurando, con cotilleos y rumores. De repente, una de ellas descubre que su marido se ve a escondidas con una vendedora de perfumes de unos grandes almacenes. Esta situación provoca un escándalo entre sus amigas, produciéndose diversas situaciones de celos, envidias y rumores. Mary Haines, la cornuda en cuestión, se plantea divorciarse de su marido cuando la aventura de éste se convierte en el cotilleo de más éxito en su círculo de amigos. Tal vez, si la historia no se hubiese divulgado ella no habría tomado esta decisión, pero siendo de dominio público, no tiene más remedio que poner fin a su matrimonio. Como curiosidad hay que señalar que en esta divertida película sólo actúan mujeres, no aparece ningún hombre en ningún momento.
Aunque solo se trate de ficción, una película de hace más de 70 años, el argumento, aún siendo frívolo, ¿no resulta familiar? Con solo decir que de ésta misma película se hizo un remake en el año 2008 (“Todo sobre las mujeres”), con actrices actuales y manteniendo el argumento original, queda bastante claro que en este tema no existen fronteras temporales.
Ésta vez no se trata de maltratos o vejaciones, ya que creo que tenemos muy clara la respuesta. Pero existe un prototipo típico de mujer de clase media-alta, que pasan la mayor parte del día entre salones de belleza y tiendas de ropa, tardes con amigas… y un matrimonio aparentemente perfecto. Son el típico perfil de mujeres que si descubren en sus hombres una infidelidad, tendencias sexuales poco correctas, estilos de vida inadecuados… no se plantearían divorciarse con lo que todo ello supone, porque su vida está bien, es estable y cómoda. Pero, ¿y si sus problemas matrimoniales llegaran a ser de conocimiento público? No se trata de ser cruel, simplemente de ser realista, y reconocer que aún hay personas que prefieren vivir en una fachada de idealidad, aunque tras ella no sea todo tan perfecto, a pasar por un escándalo social.
Éste planteamiento me vino tras ver una película con la que me di unas buenas risas, hecha a finales de los años 30: “Mujeres”. Muy antigua sí, pero no dista mucho de la realidad actual de mujeres de los barrios altos de nuestras capitales. En el filme, se refleja la vida cotidiana de mujeres de buena posición, que dedican gran parte de su tiempo en tratamientos de belleza, boutiques de alta costura, salones de té, ignorando lo que hacen sus maridos durante ese tiempo y siempre murmurando, con cotilleos y rumores. De repente, una de ellas descubre que su marido se ve a escondidas con una vendedora de perfumes de unos grandes almacenes. Esta situación provoca un escándalo entre sus amigas, produciéndose diversas situaciones de celos, envidias y rumores. Mary Haines, la cornuda en cuestión, se plantea divorciarse de su marido cuando la aventura de éste se convierte en el cotilleo de más éxito en su círculo de amigos. Tal vez, si la historia no se hubiese divulgado ella no habría tomado esta decisión, pero siendo de dominio público, no tiene más remedio que poner fin a su matrimonio. Como curiosidad hay que señalar que en esta divertida película sólo actúan mujeres, no aparece ningún hombre en ningún momento.
Aunque solo se trate de ficción, una película de hace más de 70 años, el argumento, aún siendo frívolo, ¿no resulta familiar? Con solo decir que de ésta misma película se hizo un remake en el año 2008 (“Todo sobre las mujeres”), con actrices actuales y manteniendo el argumento original, queda bastante claro que en este tema no existen fronteras temporales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario