¡Qué bien! ¡Ya están aquí! Hoy
vienen los Reyes Magos y mayores y peques, no sé quienes tendrán más ilusión
porque en
estas fechas todos nos convertimos en niños, esperamos ansiosos nuestros regalitos. La verdad es que a mis 30 años a mi aun me sigue entusiasmando coger los catálogos de las jugueterías y ver el “material” aunque sepa que ya se me ha pasado la época de escribir una carta con una parrafada inmensa diciendo lo buena chica que he sido y una lista interminable de regalos que se exceden, ahora lo sé, de la lógica de los bolsillos de mis papás.
Las costumbres siguen siendo las
mismas para los niños de mi
época y de los de ahora: revisar el catálogo de
juguetes casi desde el mes de noviembre, dejando las páginas arrugadas y a
punto de desintegrarse, escribir lo que quieren y esperar. La diferencia es
que, entre los juguetes del Top-10, hay pocos que atraigan mi interés si yo
fuera una cría de 10 años. Es decir, que lejos han quedado las muñecas, los
juegos de mesa, cochecitos, cacharritos de cocina y demás, siendo ahora las
tablet, móviles de última generación, videojuegos e incluso muchos juegos de
mesa se adaptan a las circunstancias y se venden en formato electrónico. Una
tablet no debería ser, como juguete, la prioridad de un niño, pero bueno, eso
solo son opiniones mías.
Maltín viaje Nenuco |
Ahora me divierte más recordar
todos esos juguetes que invadieron mi infancia, algunos más acertados que
otros, pero qué bien me lo pasaba. Algunos siguen estando en las páginas de los
catálogos, otros directamente están descatalogados. Pero hagamos un repaso, tal
vez toque la fibra sensible y despierte de nuevo al Peter Pan de alguna…
Sin duda, en mi carta de los
Reyes siempre había una especial mención para las muñecas. El Nenuco con su
maletín de viaje,
Pocas Pecas |
Baby Feber |
He-man |
Tal vez ahora se ve como un
regalo estereotipado y sexista, pero disfruté mucho con mi primera cocinita y
sus cacharros, mi verdulería con sus frutitas de plástico y la báscula, mi aspiradora
de juguete y ¡hasta una máquina de coser mini! Mis abuelas ya no sabían qué
hacer para que aprendiera las artes de la costura. Pero eran juguetes que al
menos te hacían consciente de ciertas obligaciones que todos y todas debemos
aprender algún día, y era divertido. Pero lo que digo, en ese momento muy
estereotipado, porque ahora ves que algunos papás piden para los niños un
carrito de limpieza, por ejemplo, pero hace algunos años era impensable, era
solo terreno de chicas.
¡Chabel y su maromo! |
De muñecos bebé, pasé a muñecas
femeninas. Sindy y Barbie ahí siguen aguantando mecha frente a las flacuchas
Bratz y Monster Hight, pero, ¿alguien se acuerda de Chabel? Yo sí y me
encantaba, que muñeca tan bonita, ¿por qué tuvo
que desaparecer? Si lo llego a saber, la hubiese tratado mejor, no le
hubiese perdido los vestidos ni le habría dejado el pelo como un estropajo. En
fin, cosas que pasan. Pero por favor, un llamamiento: ¡¡¡ QUE VUELVA CHABEL!!!
Y lo que antes comentaba de los
juegos de mesa. Cuánta creatividad despertó en mí el Tejenova o el Diseña la
moda, y si no para jugar con los primos con el Quién es quién, el Rompehielos,
el Tente, Hotel, Cluedo, La escalera, ¡La isla de fuego, con su tablero en
relieve! El juego del que me arrepentí
enormemente de pedirme y que
Diseña la moda |
La isla de fuegp |
prácticamente no usé después de que me lo trajeran sus majestades fue, sin duda, el de Línea Directa: un teléfono, un paquete de cartas con foto y características de tíos, según los fabricantes, buenorros y de los que solo se salvaban dos de ellos, y jugar a tener citas imaginarias, creo que ahí me comenzó a salir la vena feminista y lo escondí en el fondo de mi armario para no verlo nunca más.
Mi gran error: Línea directa |
No puedo decir que cuando era
pequeña no pedía videojuegos porque mentiría, pero si ahora cada año un niño
tiene una consola nueva, mi hermano y yo tuvimos a lo largo de década y media
dos de éstas: la Master Sistem y la Mega
Drive, que por cierto, aún conservamos.
En fin, que la mecánica de los
Reyes Magos sigue siendo la misma pero los
juguetes de hace 20 años, algunos
más acertados que otros, eran más dinámicos y sanos que los que ahora el
consumismo reclama a los niños. De todas formas, un regalo es un regalo y
siempre será bienvenido con entusiasmo y alegría, ya sea a través de una
escalera apoyada a la ventana mientras los pajes de los Reyes Magos nos las
suben, bajo el icónico árbol de Navidad
o mediante la forma que cada cual tenga para recibirlos.
Mi primera consola |
¡Feliz noche de Reyes!
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