Estamos empeñad@s en catalogar tooodo lo que nos
rodea, así que, con algo que nos da tantos quebraderos de cabeza, a lo que
dedicamos tanto tiempo y conversaciones, como son las parejas, no íbamos a ser
menos.
Según una reciente investigación, no quiero saber
de qué universidad aunque todas estas peculiares investigaciones suelen venir
de E.E.U.U., todos podemos agruparnos en cuatro categorías de parejas según una
serie de factores, que incluso podría determinar la longevidad de nuestra
relación. Vamos, que a nivel sentimental nos podríamos catalogar como los
borregos: según en qué cuadra nos junten y con quién, se puede hacer un
experimento sociológico bestial, con sus diferentes resultados.
Pincho y pego: “Tras un estudio
elaborado por el investigador de la Universidad de Illinois Brian Ogolsky (¿veis?, lo que yo decía, por Estados Unidos
iba la cosa), en el cual se han
analizado un total de 376 parejas de veinteañeros, se ha llegado a la
conclusión de que existen cuatro
tipos de personas en una relación: los dramáticos, aquellos centrados en la
pareja, los conflictivos y los sociables”.
Lo que ahora vemos como
una chorrada americana, dentro de nada se incluirá en libros y se estudiará en
las facultades de Psicología y se aplicará en los gabinetes y centros de
terapia de pareja y va en serio, no exagero. Pero antes de que todo eso llegue,
ilustrémonos, aprendamos y sepamos más sobre nosotros mismos y prevengámonos de
lo que nos espera según con qué clase de persona nos juntemos. Los tests y
consejos del Cosmopolitan ya han
pasado a la historia teniendo una teoría como esta (o tal vez todas estas hipótesis
provengan de ahí, no me extrañaría que los sociólogos terminen basando sus
estudios en los contenidos de revistas femeninas):
Los dramáticos están caracterizados por mantener relaciones con altas dosis de
conflictos y altibajos emocionales. Se trata de parejas acostumbradas a tomar decisiones en función de situaciones
negativas que viven juntos, e incluso partiendo de juicios personales
peyorativos de la otra persona de la relación. Ello conlleva que el enlace
entre esta tipología de parejas raramente dure más de 9 meses, según Ogolsky.
Los centrados son aquellas personas centradas en su pareja son
enormemente conscientes el uno del otro, y utilizan los acontecimientos relevantes para fortalecer la relación —
y no para desgastarla —. El apoyo mutuo se convierte en un factor fundamental
para la supervivencia de ambos, y ello es reflejado en la baja tendencia que
presenta este tipo de parejas a cortar la relación.
Los conflictivos se encuentran en una constante
espiral de momentos tanto memorables como tóxicos, y se guían enormemente por la pasión mutua.
Según la investigación, si este tipo de parejas consigue madurar conjuntamente
y llevar su relación a una variante más saludable, existe cierto potencial de
supervivencia a largo plazo, pero raramente se da el caso.
Los sociables son categorizados de esta manera debido a que dependen en cierta medida de agentes externos
para mantener su relación. Se trata de parejas con una alta expectativa
de duración, pero que normalmente se apoyan en grupos de amigos en común y en
personas de confianza para hacerlo más fácil, lo cual no deja de ser
completamente lícito.
Seguro que después de leer esto, muchos y muchas que tengan pareja se
pongan a averiguar en qué grupo se encuentran y, si les ha tocado en el bando
de los “malos”, los Dramáticos por ejemplo, tal vez se estén tirando de los
pelos y planteando si esa pareja es la adecuada, si debe dejarle… A veces somos
tan sugestionables. Otr@s directamente se pasarán este estudio por el arco del
triunfo y seguirán con sus vidas sin que les influya todo esto en su vida
sentimental. La mejor opción es la segunda sin duda.
Hasta aquí la clase teórica de hoy. ¡Buen fin de semana!
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