martes, 17 de febrero de 2015

¡Bienvenido Mr. Grey!

Por fin llegó el día tan esperado: este fin de semana fui a ver la película de Cincuenta sombras de Grey y pude ponerle cara y cuerpo al macizorro más famoso de la novela erótica. Y es que, sabiendo todo el revuelo que causaron los libros era normal que se armara semejante revolución por el estreno de su adaptación cinematográfica.
Aquí todas nos mordíamos las uñas, ha sido un tiempo de espera muy largo pero claro, con sus contratiempos: críticas porque los actores no gustaban, el primer aspirante a ser Christian Grey se echó atrás por la presión y abandonó el  proyecto, los personajes secundarios se hicieron de esperar… en fin que se iba posponiendo el estreno y nosotras sin poder ver a un Mr. Grey de carne y hueso y comenzaba a crearse una especie de presión en todo lo que tenía que ver con el tema.
Cuando ya parece que está todo en orden, los días previos al estreno comienzan las críticas de todo tipo, las que más sonaban eran las de asociaciones feministas que denunciaban el interés mediático por una película que invita a las relaciones sadomasoquistas y degrada a la mujer. Yo ahí discrepo, creo que exageraban  y quien se ha leído los libros sabe que todo lo que ocurre en ese famoso cuarto rojo del dolor es totalmente consentido y… ¡con un contrato previo!
Pero bueno, a pesar de todos los problemillas, la peli se estrenó con un enorme éxito aunque tuviera que competir con Carnavales y San Valentín, todas las locas de la trilogía pudimos ver a nuestro Christian, con mayor o menor  nivel de satisfacción.
Entradas compradas con antelación y una buena cena con amigas a pesar de las demandas en los restaurantes por ser San Valentín… puedo decir que prueba superada.
Y ahora va mi crítica:
Después de leer la trilogía completa (en tiempo record, por cierto) debo decir que, al contrario de lo que suele ocurrir la mayoría de las veces cuando adaptan un libro al cine, la historia ha sido muy fiel a la de su autora. A ver, que la historia va de lo que va y no hay mucho  que cambiar, pero a pesar de que no todas las escenas que el libro cuenta han podido verse, yo creo que no ha faltado de nada, cada personaje ha tenido su momento y las escenas sexuales han sido las justas porque creo que en una versión cinematográfica tanto folleteo empalaga. Dakota Jonhson ha clavado su personaje, que mira que era difícil y Jamie Dornan, con tantas críticas negativas que recibió al principio, creo que ha callado unas cuantas bocas.
Mi única queja, si es que puede haberla, es que a Anastasia Steele le hemos visto hasta el código de barras y de nuestro querido Christian Grey solo nos hemos podido conformar con algún que otro plano de su perfecto trasero. Ahí no he visto igualdad de oportunidades.
Pero por lo demás, disfruté muchísimo de la película, tanto, que no recordaba ese final  tan “no jodas, no nos dejéis así” y me va a tocar volver a leerme las Cincuenta sombras más oscuras para aguantar un poco hasta que se estrene la segunda parte.
Una película para disfrutarla con un grupo de amigas fanáticas de este personaje con pasado tormentoso, obseso del control y de gustos sexualmente peculiares.

Ahora sí que podemos decirlo… ¡Bienvenido Mr. Grey!


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