Por fin llegó el día tan
esperado: este fin de semana fui a ver la película de Cincuenta sombras de Grey y pude ponerle cara y cuerpo al macizorro
más famoso de la novela erótica. Y es que, sabiendo todo el revuelo que
causaron los libros era normal que se armara semejante revolución por el
estreno de su adaptación cinematográfica.
Aquí todas nos mordíamos las
uñas, ha sido un tiempo de espera muy largo pero claro, con sus contratiempos:
críticas porque los actores no gustaban, el primer aspirante a ser Christian
Grey se echó atrás por la presión y abandonó el
proyecto, los personajes secundarios se hicieron de esperar… en fin que
se iba posponiendo el estreno y nosotras sin poder ver a un Mr. Grey de carne y
hueso y comenzaba a crearse una especie de presión en todo lo que tenía que ver
con el tema.
Cuando ya parece que está todo en
orden, los días previos al estreno comienzan las críticas de todo tipo, las que
más sonaban eran las de asociaciones feministas que denunciaban el interés
mediático por una película que invita a las relaciones sadomasoquistas y
degrada a la mujer. Yo ahí discrepo, creo que exageraban y quien se ha leído los libros sabe que todo
lo que ocurre en ese famoso cuarto rojo del dolor es totalmente consentido y…
¡con un contrato previo!
Pero bueno, a pesar de todos los
problemillas, la peli se estrenó con un enorme éxito aunque tuviera que
competir con Carnavales y San Valentín, todas las locas de la trilogía pudimos
ver a nuestro Christian, con mayor o menor
nivel de satisfacción.
Entradas compradas con antelación
y una buena cena con amigas a pesar de las demandas en los restaurantes por ser
San Valentín… puedo decir que prueba superada.
Y ahora va mi crítica:
Después de leer la trilogía
completa (en tiempo record, por cierto) debo decir que, al contrario de lo que
suele ocurrir la mayoría de las veces cuando adaptan un libro al cine, la
historia ha sido muy fiel a la de su autora. A ver, que la historia va de lo
que va y no hay mucho que cambiar, pero a
pesar de que no todas las escenas que el libro cuenta han podido verse, yo creo
que no ha faltado de nada, cada personaje ha tenido su momento y las escenas
sexuales han sido las justas porque creo que en una versión cinematográfica
tanto folleteo empalaga. Dakota
Jonhson ha clavado su personaje, que mira que era difícil y Jamie Dornan, con
tantas críticas negativas que recibió al principio, creo que ha callado unas
cuantas bocas.
Mi única queja, si es que puede
haberla, es que a Anastasia Steele le hemos visto hasta el código de barras y
de nuestro querido Christian Grey solo nos hemos podido conformar con algún que
otro plano de su perfecto trasero. Ahí no he visto igualdad de oportunidades.
Pero por lo demás, disfruté muchísimo
de la película, tanto, que no recordaba ese final tan “no
jodas, no nos dejéis así” y me va a tocar volver a leerme las Cincuenta sombras más oscuras para
aguantar un poco hasta que se estrene la segunda parte.
Una película para disfrutarla con
un grupo de amigas fanáticas de este personaje con pasado tormentoso, obseso
del control y de gustos sexualmente peculiares.
Ahora sí que podemos decirlo…
¡Bienvenido Mr. Grey!
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