A veces criticamos a otras
culturas por sus tradiciones y sus estilos de vida que son tan diferentes los
nuestros, los occidentales. Vemos a un musulmán trajeado con su séquito de
cuatro o cinco mujeres tapadas de arriba a abajo con ese saco tan horrendo al
que llaman burka y, evidentemente, no lo esconden: él es el machito y ellas sus
sumisas esposas, y quienes vemos ese panorama pensamos “¡qué cultura más
espantosa!” y nos preguntamos cómo esas mujeres aguantan eso de compartir un
hombre mientras ellas ni siquiera pueden compartir sus rasgos femeninos ante el
resto de las sociedad, y lo atribuimos todo a las tradiciones del país, la
falta de cultura y la presión de la comunidad. Ojo, y seguramente sea así, pero
jamás nos atrevamos a pensar que los occidentales nos llevamos el premio a la
ejemplaridad porque, si
dijera que existen grupos polígamos ilegales, que
ocultan su condición al resto de la sociedad y tienen sometidas a sus mujeres en
condiciones que poco tienen que ver con el estilo de vida de ellos y a base de
comeduras de cerebro tales como que Dios lo exige y que la función de ellas en
la vida es esa, y que precisamente gran parte de estos grupos se encuentran en países
tan “avanzados” como E.E.U.U., ¿pensaríais que es verdad? Pues sí, lo es.
Mormones |
Tendemos mucho a criticar a todo
lo que no es socialmente occidental, la poligamia la consideramos una práctica
retrógrada, machista y muy vinculada con la comunidad árabe, pero vayámonos a
un estado de E.E.U.U., Utha, por ejemplo, y nos encontraremos a grupos como la
comunidad Kingston, mormones fundamentalistas que, a pesar de que sea una
práctica ilegal, viven en la poligamia para poder reproducir más Kingstons, a
base de matrimonios entre primos, tíos y sobrinas, medio hermanos… vamos, que
van por el camino de la realeza europea, para acabar todos hemofílicos
perdidos. Pero lo de los líos incestuosos es irrelevante cuando vemos cómo
funciona el sistema piramidal de estas poco apropiadas “polifamilias”: Está el
líder Kingston, el fundador de la comunidad y en un siguiente escalón sus
hermanos, digamos que estos deciden con quién se casa cada cual, beneficiando
más a otros Kingston más viejunos y menos atractivos para casarlos con
jovencitas que no
Líderes Kingston |
Paul Kingston y una (pequeña) parte de su familia |
Documental de 3 ex Kingston que escaparon de la comunidad y que ahora ayudan a otras mujeres a hacer lo mismo. |
Es súper difícil salir de ese
grupo para una mujer, a pesar de que ésta sea consciente de que no está bien
allí y desee abandonar esa vida, hay que tener en cuenta que estamos hablando
de una secta y las sectas nunca se lo ponen fácil a sus miembros cuando éstos
quieren abandonar, se pueden enfrentar a una continua persecución y a amenazas
que a otras nos pueden parecer patéticas pero que a esas mujeres con la
autoestima ya tocada, que no han recibido una educación “normal” ni han aspirado
a nada ambicioso en la vida, les provoca miedo y absoluta sumisión. Pero
algunas de ellas han conseguido desvincularse de esto, y se han convertido en
pioneras, ayudando a muchas otras a seguir sus pasos, mediante organizaciones
que están a disposición de las afectadas para convencerlas a dar el paso
definitivo, guiarlas en su huida, a ellas y a sus hijos si los tienen, ofrecerles un primer refugio donde comenzar y darles
herramientas para buscar un buen trabajo y mejorar su formación y educación,
porque en muchos casos son mujeres ermitañas ignorantes que no han desempeñado
un trabajo remunerado en su vida. Las hay que dan el paso pero se quedan en el
camino por miedo y otras que escapan pero que finalmente regresan a la
comunidad, también por miedo. El miedo, si se sabe utilizar, es un arma de
sumisión impresionante y los barones Kingston, por lo visto, saben cómo hacerlo.
Cartel del reality que defiende la poligamia |
Esto no es una chorrada, no se
trata de una “americanada” más, y por mucho poder que tengan los Kingston, los
Allred, los FLDS o cualquiera de ellos, que burlan las leyes con respecto a sus
negocios y las licencias matrimoniales y que venden un programa de
telerrealidad a la vista de todo el mundo, llamado Sister Wives, que
intenta convencer a los telespectadores de que el tipo de familia polígama que
ellos practican es súper sano, emulando
a las series del modelo de familia feliz
de los años 60, que no os engañen, no son los Brady.