Siempre
había pensado que las geishas eran la versión japonesa de una prostituta de
alto standing, disimuladas con
maquillaje blanco, kimonos que las cubren de arriba abajo y gestos remilgados.
Al menos, eso es lo que dan a entender algunas películas y la propia cultura
popular.
Pero
por lo visto, ser una geisha no es eso, al menos una verdadera geisha y más
teniendo en cuenta que las primeras geishas eran ¡hombres!. La diferencia entre
geisha y prostituta la marcó una cortesana llamada Kako, allá por el siglo XVIII,
quien se dio cuenta de que sus habilidades artísticas destacaban igual o más
que sus talentos físicos, decidiendo retirarse de su vida de prostituta para
entretener con sus otras artes. Desde luego que muchas prostitutas intentan
aprovechar y autoproclamarse geishas para ganar en glamour y poder cobrar
tarifas más caras, pero en cuanto a lo de “se nace” o “se hace”, en este caso,
convertirse en una auténtica geisha requiere de una gran preparación que dura alrededor
de unos doce años en los que la aprendiza recibe en la okiya o casa de geishas, formación básica sobre costumbres y
disciplina dentro del mundo de las geishas, así como realizar tareas domésticas
e iniciarse en las diferentes artes (ceremonia del té, música, canto, baile…)
hasta que se ven lo suficientemente preparadas para introducirse en la vida
social y comenzar a entretener, poniendo precio y duración a su talento en lo
que tarda en consumirse una barra de incienso.
Quizás
se siga relacionando a las geishas con la prostitución porque siempre se ha
especulado que el paso definitivo para convertirse en una auténtica geisha es vendiendo su virginidad al mejor postor,
cuanto más poderoso sea éste y más alta sea la suma de dinero por la que se
paga a la geisha, mejor reputación ganará ella y mejor será su futuro ya que,
normalmente ese postor se convierte en su danna
o cliente habitual y acaba siendo su amante o casándose con ella y fundando
una familia, una versión japonesa de Pretty
woman.
Pero hay tanto que leer, tantas curiosidades acerca
de estas señoritas tan delicadas que parece que van a perder el equilibrio con
esos zuecos y ese exceso de adornos, que es más fácil resumir esta cultura en
pequeñas curiosidades y si el tema engancha, que cada cual investigue. Pero
leamos esto:
. Pese a que en la actualidad
las geishas son mujeres, en un primer momento fueron hombres los que realizaron
su función de animación bajo el nombre de taikomochi.
. A
pesar de haber aparecido antes, no fue
hasta el siglo XIX cuando las geishas se extendieron por todo Japón. Por otro
lado, este momento también supuso la desaparición de las geishas hombre de las
que hablamos antes.
. Tal y como
describía el best seller Memorias de una
geisha, muchas niñas son
vendidas a las casas especializadas por padres pobres. La dueña de esta casa
compra a la niña y establece una deuda que la futura geisha deberá abonar
mediante sus servicios.
Si bien las
llamadas maikos son
aprendices, este proceso engloba otras muchas fases como shikomi (la
más temprana y en la que básicamente es sirvienta de su okiya) yminarai (observar
a otras geishas). Estos pasos conducen al debut, alrededor de los 15 años,
llamado misedhasi. Las propietarias de las okiyas son
conocidas como Okami-san.
. Cada maiko es acompañada por una hermana mayor también conocida como onesan.Estas hermanas son geishas consagradas que las
enseñan a servir té o sake, caminar, sentarse correctamente o cultivar las
artes.
. Una maiko se
distingue de una geisha entre otras cosas, por el maquillaje, ya que la primera
solo se pinta el labio inferior.
. Puede que no sepas que el
entrenamiento de una geisha es mucho más duro que el de un deportista de élite,
ya que para llegar a dominar todas las artes de la tradición
japonesa, incluyendo sus instrumentos tradicionales y sus
bailes, estas mujeres necesitan entrenar durante toda su vida.
. Aunque hayan
sido símbolos de modernidad en su origen, en la actualidad la geisha es la
depositaria de la cultura nipona, siendo muy raro que nadie excepto ellas usen
kimonos o toquen el shamisen.
. Si te gusta comprar ropa y estás
pensando en hacerte con algún vistoso kimono de geisha,
antes deberías saber que suelen valer unos 10.000EUR por norma general, algo
que quizás te haga cambiar de idea.
. Por otro lado, el kimono solo lo
puede ceñir la superiora de la residencia de geishas, como prueba de la virtud de la mujer.
. Otro dato
curioso sobre las geishas es que parte de su tratamiento facial se realizaba
con excrementos de pájaros triturados y, lo que es todavía más increíble, en la
actualidad son muchas las famosas que siguen confiando en este peculiar
tratamiento.
. Nunca suelen
actuar solas para no intimar con los clientes, por lo que, por norma general,
siempre verás grupos de tres o cuatro geishas en cada actuación.
. Por último, debes pensar que una
geisha tarda en maquillarse,
peinarse y vestirse una
buena cantidad de horas, por lo que lo vas a contemplar es una obra de arte desde
el primer momento.
¿Ha despertado nuestra curiosidad el mundo de las geishas?